Los obispos han dejado claro en un documento público que la materia “no se puede reducir a un mero tratado de ciencias de la religión, como desean algunos” sino que tiene que tener una “dimensión evangelizadora”. En suma: la asignatura de Religión será una catequesis. Las clases serán púlpitos. Las lecciones, sermones. Y los niños no serán alumnos sino ovejas a las que pastorear hacia el redil. No es peccata minuta. Este cambio tiene enormes consecuencias. Son los diez mandamientos de la Ley de Wert.
Comentarios
Aunque no todos parecen estar en desacuerdo...
http://defectodefe.wordpress.com/2013/05/22/educacion-religiosa/
Gran conclusión:
No hay dinero para profesores de ciencias, pero sí para los de creencias. No hay dinero para investigar ni para formar a buenos científicos y humanistas pero sí lo hay para ganar adeptos para la causa. No hay dinero para generar una juventud instruida y competitiva pero sí lo hay para impartirles doctrina. No hay dinero para formar pero sí para amaestrar.
No hay dinero para el más acá pero sí para el más allá. No hay dinero para el saber pero sí para la fe. Pero la fe no da trabajo, excepto si eres cura o profesor de religión. Y la fe no nos va a sacar de la crisis por mucho que lo crea la ministra de trabajo.
Pues nada. Invito a todos los alumnos en desacuerdo con esta reforma-chapuza a la rebeldía en las aulas, a ver lo que dura sor citroen en clase...