Son medio centenar de obreros. Los subcontrató Asturiana de Zinc SA (AZSA) para arreglar unos intercambiadores de calor y salieron de allí –la fábrica de San Juan de Nieva, junto a Avilés– contaminados por mercurio. Eso fue a finales del pasado año. Desde entonces reclaman que alguien pague por su derecho a la salud, pero ni la Administración autonómica, ni el Gobierno central, ni AZSA (propiedad de una multinacional) han dado respuesta a sus reivindicaciones. Relacionada:
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