Todos sabemos lo útil que les resulta el terrorismo a nuestros amados líderes para conseguir votos y no hablar de los problemas más graves de este país, empezando por la siniestralidad laboral que cada año mata a más de 1000 personas en España, ...
Pero lo que provoca esos males no es la amenaza, es el hecho de que quieran matarle. La amenaza sólo lo exterioriza transmitiéndole una desazón que, si bien puede ser mayor en ese caso, no tiene la suficiente enjundia como para equipararse a un homicidio.
#2 Puedes tener razón. Desde luego, yo equiparaba la amenaza al hecho de que quieran matarlo o secuestrarlo. Quizá en los casos concretos que se juzgan esa equiparación es abusiva, no lo sé.
Pues la pena de 10 a 15 años por amenazar en calidad de integrante (demostrado, entiendo) de un grupo terrorista me parece muy adecuada. Se trata de una amenaza de cumplimiento muy probable, que obliga a la víctima a ceder y pagar, o a abandonar su región, su casa, su trabajo o negocio, o en último caso a vivir siempre vigilante, temiendo todos los días que hoy sea el día. Yo creo que la pena es proporcional al daño, y veo consecuente que el que amenaza también deba tener miedo de ver su vida radicalmente estropeada, como lo tiene la víctima. Lo que no lo es son los mismos años por homicidio: deberían ser más, 20 a 30.
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Pero lo que provoca esos males no es la amenaza, es el hecho de que quieran matarle. La amenaza sólo lo exterioriza transmitiéndole una desazón que, si bien puede ser mayor en ese caso, no tiene la suficiente enjundia como para equipararse a un homicidio.
#2 Puedes tener razón. Desde luego, yo equiparaba la amenaza al hecho de que quieran matarlo o secuestrarlo. Quizá en los casos concretos que se juzgan esa equiparación es abusiva, no lo sé.
Pues la pena de 10 a 15 años por amenazar en calidad de integrante (demostrado, entiendo) de un grupo terrorista me parece muy adecuada. Se trata de una amenaza de cumplimiento muy probable, que obliga a la víctima a ceder y pagar, o a abandonar su región, su casa, su trabajo o negocio, o en último caso a vivir siempre vigilante, temiendo todos los días que hoy sea el día. Yo creo que la pena es proporcional al daño, y veo consecuente que el que amenaza también deba tener miedo de ver su vida radicalmente estropeada, como lo tiene la víctima. Lo que no lo es son los mismos años por homicidio: deberían ser más, 20 a 30.
¿Así que me amenazáis con instaurar esa ley?