El autor propone reunir a los actores y representantes de las fuerzas vivas de la sociedad, la política y la economía en torno a la mesa de la abuela y hacerles degustar un plato bien colmado de berza con su pringá. A partir de ahí, concluye, el sentido común, las ideas y el entendimiento comenzarán a fluir y, una vez sentadas las bases para comenzar a ser mejores personas, las soluciones a la crisis irán fluyendo.
Dejémonos de historias y hagamos las cosas como Dios manda desde el primer momento. Que los que tengan que arreglar el país se sienten a comer una buena berza y a partir de ahí que se dejan de tantas emboscadas entre ellos y que empiecen a buscar soluciones para sacarnos del pozo, que ya va siendo hora.
Antes de hablar de berzas, por favor, probarla: garbanzos, judias verdes, calabaza, pimentón, patata, chorizo, morcilla, su tocino, su falda, su costilla de cerdo... creo que hablamos de otra berza, berzas por su puesto son los que nos mandan...
Comentarios
Dejémonos de historias y hagamos las cosas como Dios manda desde el primer momento. Que los que tengan que arreglar el país se sienten a comer una buena berza y a partir de ahí que se dejan de tantas emboscadas entre ellos y que empiecen a buscar soluciones para sacarnos del pozo, que ya va siendo hora.
Más berzas que los que gobiernan o la oposición.
Precisamente es lo contrario. España necesita menos berzas.
Salu2
Antes de hablar de berzas, por favor, probarla: garbanzos, judias verdes, calabaza, pimentón, patata, chorizo, morcilla, su tocino, su falda, su costilla de cerdo... creo que hablamos de otra berza, berzas por su puesto son los que nos mandan...