Sus correos debían atravesar aduanas y territorios con fuerte presencia de enemigos de la Corona, como el sur de Francia, cuyos caminos estaban infestados de protestantes –hugonotes–, donde podían ser interceptados, aportando información reservada y vital. Por ello, Bernardino se mostró un auténtico especialista en la materia de ocultar la información. El embajador tenía en su poder un código de cifra que le entregaban antes de su partida, y con él construía los mensajes en unos caracteres aparentemente ininteligibles...
|
etiquetas: felipe ii , espía , historia , bernardino de mendoza