Nuestros cerebros están diseñados para establecer conexiones entre la música y el color, en función de cómo nos hacen sentir las melodías, ha revelado una investigación. El estudio se realizó con 100 personas, y sus hallazgos podrían tener implicaciones para las terapias creativas, para la publicidad e incluso para los dispositivos reproductores de música. Si éstos combinaran imágenes y melodías teniendo en cuenta las emociones, podrían provocar experiencias más intensas, afirman los autores de la investigación. Traducción en
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