Salvador Piles, exmiembro del consejo de administración y de la comisión ejecutiva de Caja Mediterráneo (CAM) en representación de UGT, ha asegurado este lunes que "no se leían nunca las actas" de las sesiones de estos organismos, sino que éstas se "comentaban" y después "las aprobaban el presidente y el secretario". "No las aprobamos ningún consejero, no sé por qué", ha admitido.
Comentarios
Pero cobrar cabron si que lo hacias.
No las leían porque no sabían leer, balances.
A todos esos consejeros les hacía devolver hasta el último céntimo de todo el sueldo que han cobrado por no hacer NADA!
Eso se llama dolo.
«Para qué, si las nóminas siempre venían puntuales» añadió.
Así ha ido el negocio. El que se acuesta con crios.......
Eso mismo pasó en la SGAE: nadie sabía qué firmaba o daba fe.