La empresa Magyar Aluminum (MAL) se desentiende del vertido que causó el lunes y que amenaza el Danubio. En un comunicado, califica la ola roja como "una catástrofe natural" y afirma que fue "imposible de predecir". La rotura de una de sus presas de residuos abrasivos ha dejado siete muertos -el último falleció ayer por las quemaduras-, 150 heridos, centenares de desplazados y ha anegado un valle de barro rojo tóxico. MAL guardaba un atronador silencio desde el lunes. Sus portavoces ni devolvían las llamadas.
Comentarios
#7 Se atacó el capitalismo y la libre empresa. El accidente de Chernobyl ni era en una empresa libre ni era en un sistema capitalista. Creo que está bastante claro que la afirmación carece de sentido.
Viva el capitalismo y la libre empresa.
#1 Claro, porque estas cosas en nunca pasan en fábricas públicas: http://es.wikipedia.org/wiki/Accidente_de_Chern%C3%B3bil
#1 pero que vivan lejos
#4 el día que atacar el capitalismo sea defender el comunismo me lo cuentas. Mientras tanto menos polarizar.
#4 Si pero en Chernobil quien corrió con los gastos era el Estado, el mismo que los provocó, en este caso la empresa Magyar Aluminum ha provocado los gastos y le va a costar al estado hungaro el pago de los mismos.
Antes del flame politico, con este comentario no digo que el comunismo sea ni mejor, ni peor que el capitalismo, simplemente remarco la diferencia en este caso concreto.
#4, no veo en que punto de la noticia se indica que la empresa dueña de la balsa va a pagar el coste de limpiar la zona, de realojar a la gnete que no pueden estar en sus casas, va a pagar indemnizaciones millonarias a las familias de los fallecidos, ...
Espero que sepas sacarme de mi error.
Al capitalismo y a la libre empresa no le gusta ni pagar ni admitir responsabilidades, #1. Para eso está el Estado democrático que hace leyes, obliga a cumplirlas y se lo exige. La que no está penada es la demagogia.
#1 Es decir: Viva el MAL, viva el capital
300€ o así escuche ayer en la radio para los que lo habían perdido todo...
Sin dejar de ser una enorme catastrofe, no llega a la magnitud de lo sucedido en Bophal, pero la mécanica de indemnizaciones es similar, por lo que se ve
¡Yo se las lavaba, con agua del vertido tóxico!
De esto sabe mucho Chavéz y la Junta de Andalucía.
Bueno, ¿qué esperaban? Es una empresa que ni siquiera cumple las reglas generales de seguridad, no podemos querer que se comporten ahora como la Cruz Roja Internacional.