"Silvia Dinhof-Cueto nunca olvidará las explicaciones que su padre le dio cuando visitaron juntos lo que durante la Segunda Guerra Mundial había sido el campo de exterminio nazi de Mauthausen. Víctor Cueto sabía bien de lo que hablaba. Había sido el prisionero número 3.438 de este enclave austriaco convertido en sucursal del infierno sobre la tierra. Uno de los 7.200 republicanos españoles repudiados por Franco y esclavizados por Hitler. Aquella niña ha conseguido que la Audiencia Nacional procese a 3 de los nazis que lo esclavizaron."
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