Hace 1 año | Por Larpeirán a eldiario.es
Publicado hace 1 año por Larpeirán a eldiario.es

“Es un paso muy importante para la calidad democrática”. Así ha definido la consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática de la Generalitat Valenciana, Rosa Pérez Garijo, la identificación genética de dos parejas de hermanos que fueron robados y separados al nacer. Se ha establecido, según ha anunciado la consellera en una rueda de prensa celebrada este miércoles, el parentesco entre dos hermanas y un hermano y una hermana.

Comentarios

nemesisreptante

#3 anda que no ha habido hilos en Meneame contando que era una leyenda urbana que no estaba demostrada

D

#6 Imagina ahora que uno de esos fachas de Mnm va a hacerse un test genético y descubre que sus abuelos no son precisamente los de su pisitio en la urbanización privada..

maria1988

#10 Muchas gracias, lo vi hace bastante tiempo y al no leer nada nuevo pensé que no había salido adelante. Me alegro de haberme equivocado. Supongo que estas cosas llevan su tiempo, pero más vale tarde que nunca.

maria1988

Recuerdo que hace años hubo una propuesta para hacer una base de datos de ADN con dinero público y que quienes sospechaban ser niños robados o haber perdido a sus hijos de ese modo pudieran meter sus muestras y encontrar a sus familias. ¿Alguien sabe en qué quedó esto? ¿Por qué no llegó a aprobarse?

baraja

#9 está en marcha

https://www.mjusticia.gob.es/es/ciudadania/victimas/servicio-informacion

Objetivos:

Las Administraciones Públicas se han comprometido a respaldar Institucionalmente a los afectados por supuestas sustracciones de Recién Nacidos mediante la creación de un Servicio de Información coordinado por el Ministerio de Justicia que facilite los Datos y la Información Administrativa disponible sobre la filiación natural.

¿Qué ofrece este Servicio?:

Información y Documentación Administrativa: A través de este Servicio se facilitará a las Personas afectadas el acceso a la Documentación e Información obrante en poder de la Administración: Datos Registrales, Expedientes Sanitarios...
Creación de un Fichero de Perfiles Genéticos: El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses centralizará los Perfiles obtenidos a partir de los Informes Genéticos aportados por las Personas afectadas o a partir de los Archivos Electrónicos obtenidos por Laboratorios ajenos al INTCF, con el propósito de incorporarlos a una Base de Datos única que permita que todas las Personas implicadas puedan ser cotejadas para verificar la existencia de compatibilidades Genéticas de las que puedan revelarse indicios de relaciones familiares Biológicas (Procedimiento de actuación sin coste alguno para la Persona afectada).
Previamente a la incorporación de los Perfiles a la Base de Datos, el INTCF validará técnicamente los Informes Genéticos recabados, comprobando que cumplen con los requerimientos científicos mínimos para garantizar la máxima Calidad pericial.
En los casos en que aparezcan indicios de una compatibilidad Genética, el INTCF, para poder emitir un Informe definitivo, requerirá de las Personas afectadas una nueva toma de muestras de referencia con el objeto de contrastar los resultados. En este caso, será preciso realizar el abono del Precio Público fijado por la Solicitud del Servicio, según BOE (Orden JUS 215/2010, del 27 de Enero).

Polarin

Donde conio lei que si alguien ha desaparecido el delito no prescribe?

j

Grandes! a seguir con esta tarea y que se siga dando luz a las tropelías cometidas durante el franquismo.

¿Cómo justifican los perros franquistas los robos de bebés?, ¿con los ajusticiados de Paracuellos?

D

La verdad es que esta gente de bien sin escrúpulos no se dejaron ninguna sinvergonzoneria y salvajada sin hacer, para luego ir dando lecciones de moral.
Se ve que entre ellos abundaban los psicópatas impotentes desquiciados y acomplejados.

D

La verdad es que esta gente de bien sin escrúpulos no se dejaron ninguna sinvergonzoneria y salvajada sin hacer, para luego ir dando lecciones de moral.
Se ve que, como ahora, entre ellos abundaban los psicópatas impotentes desquiciados y acomplejados.

bollod

¿En que se quedó aquello de los 30.000 a 300.000 bebés robados por una presenta trama criminal de médicos, curas y malvadas monjitas?

https://www.vozpopuli.com/opinion/estafa-bebes-robados_0_1264074937.html
Tanto hablar de las “fake news” de Donald Trump o Vladímir Putin, y resulta que tenemos delante de nuestras narices un bulo del tamaño de una catedral, alimentado durante diez años por periodistas afanosos, oportunistas sin escrúpulos y políticos irresponsables: “la trama de los bebés robados en el franquismo”.

Su cabeza más visible ha sido Inés Madrigal, la mujer que acusó a un médico octogenario de haberla robado a su madre para regalarla a otra familia en 1969. Los jueces admitieron la querella y condenaron al doctor por “tráfico de bebés”. “La justicia certifica por primera vez que en España se robaron niños”, clamaban los titulares. Pues bien, Madrigal acaba de reconocer, tras reunirse con su familia biológica, que fue entregada en adopción de forma voluntaria por su progenitora, ya fallecida.

El desenlace deja a los pies de los caballos a las juezas de la Audiencia Provincial de Madrid que hallaron culpable “de forma incontestable” al doctor Eduardo Vela, que a sus 85 años ha sufrido un calvario judicial infame. Pero sobre todo ha empezado a desmontar una gran estafa, germinada al calor de la histeria colectiva y la querencia por las teorías de la conspiración.

Después de contabilizarse 2.000 denuncias, ¿cuántos casos de robo de niños en España se han probado en todos estos años? Ni uno

Lo que empezó con un artículo periodístico allá por los años 80 sobre un hospital madrileño se ha convertido en un relato tan irresistible como abracadabrante: una trama criminal de robo de niños en la dictadura franquista, que se apropió de 30.000 a 300.000 bebés (los cálculos son laxos) de madres republicanas primero y pobres después, para darlos a familias conservadoras y ricas. Todo ello perpetrado por monjas y curas perversos, que hacían creer a las parturientas que sus hijos habían muerto. Los años: desde 1938 a los noventa: a ver, es estirar un poco el franquismo, pero es para darle continuidad histórica.

A partir de ahí han florecido decenas de asociaciones, plataformas, observatorios, asesores, 2.000 denuncias, visitas de europarlamentarios, una oficina de Atención a las Víctimas dependiente del Ministerio de Justicia con 27 sucursales provinciales que brindan asistencia jurídica y psicológica, a lo que está previsto que se sumen una fiscalía y una unidad de policía especializadas y una Comisión Estatal. Más un par de documentales, libros y dos telenovelas de Tele5 y Antena3.

A todo esto, ¿cuántos casos de robo de niños en España se han probado en todos estos años? Ni uno.

522 denuncias han sido admitidas a trámite. Y los análisis de ADN practicados hasta ahora en 81 casos han certificado que los bebés cuyos padres daban por robados habían fallecido realmente. Forenses prestigiosos como Antonio Alonso o Rafael Bañón no han encontrado indicios de una trama de robo de bebés, como tampoco los halló la comisión de investigación creada en el Parlamento navarro ni la fiscalía del País Vasco.

El caso recuerda a otro paradigma de “fake news” surgido en los años noventa: el tráfico de órganos infantiles en América Latina, una versión moderna de Hansel y Gretel que tiene como protagonistas a familias extranjeras (de preferencia, estadounidenses e israelíes) que compraban niños pobres latinoamericanos para destinarlos a trasplantes. El bulo, propagado por la KGB en el ocaso de la Guerra Fría, triunfó en su momento gracias a los tontos útiles de siempre (periodistas, ONG, políticos) y un público crédulo.
El nada inocente paralelismo del juez Garzón

En la trama de los bebés españoles, la clave parece estar en una serie de personajes expertos en buscarse nichos (o chiringuitos). Destaca el exjuez Baltasar Garzón, que en su afán por exprimir profesionalmente la dictadura acuñó allá por 2008 la feliz categoría de los niños robados del franquismo, pretendiendo hacer un paralelismo nada inocente con lo ocurrido con la dictadura de Argentina.

A partir de ahí se va construyendo un fiasco monumental en el que no faltan las aportaciones teóricas de un par de antropólogos (una de ellos vincula “la detención ilegal de recién nacidos” a la Inquisición, la Alemania nazi y a Antonio Vallejo-Nájera) que presiden, como no podía ser menos, observatorios y federaciones ad hoc, abogados y madres que denuncian supuestos robos de hijos en los años ochenta, pese a lo cual ejercen como víctimas del franquismo.

Con todo, como siempre, la responsabilidad mayor recae en los medios de comunicación. Un repaso de la cobertura informativa pone los pelos de punta. Los periodistas compran con los ojos cerrados cualquier testimonio, por absurdo que pareciera, incapaces de tomar distancia crítica incluso en casos cuyos protagonistas pedían a gritos apoyo psicoterapéutico.

Es memorable la crónica de El País que anunciaba el reencuentro de una “niña robada” en 1959 con su gemela, a quien había localizado por Internet. Quizás la periodista debió haber esperado los resultados del análisis genético, que descartó cualquier parentesco entre las dos mujeres. “Que el ADN diga lo que quiera, pero María José y yo somos gemelas”, concluían. Pues nada.

La mayoría de la prensa, incapaz de tomar distancia crítica, ha comprado con los ojos cerrados cualquier testimonio, por absurdo que pareciera

Lo que sí reflejan esos testimonios son casos de adopciones irregulares, con o sin pago, donde muchas veces no se firmaba consentimientos y se registraba como madre biológica a la mujer que recibía al bebé. Hasta 1987, las adopciones se realizaban como acuerdos privados entre dos partes y muchas veces las entidades religiosas servían como intermediarias porque justamente a ellas acudían mujeres que no deseaban o no podían hacerse cargo de los hijos. Y reflejan casos de hijos que tras saber que han sido adoptados se resisten a creer que pudieron ser abandonados. O madres que abrigan esperanzas de que sus hijos no hayan muerto.

Más que una trama de robos, lo que los forenses están encontrando es una “psicosis colectiva”, como le decía Francisco Etxeberria a Manuel Ansede, cuya cobertura en El País ha sido un sano contrapunto. Ayer leía en Twitter el hilo de un periodista, Diego Barcala. Contaba cómo hace diez años, en plena vorágine de la Memoria Histórica, empezó a cubrir el tema de los niños desaparecidos. “La historia no podía ser más atractiva, bebés robados como en Argentina y Chile. Tenía sentido. Entrevisté a las hijas y madres, como a Inés Madrigal y muchos otros. Saqué una conclusión: esta gente no tiene pruebas. Todo eran lugares comunes: se la quitaron de los brazos, no vio el cadáver, una monja muy mala se encargó de todo. Qué buena pinta para ser portadas y libros. Pero insisto: no había pruebas. (…) Luché con jefes y fuentes para defender que no había tema. Daba igual. La corriente mediática llevó a estos denunciantes a ministerios, libros, editoriales, programas políticos. Otro caso más de ego periodístico junto con intereses políticos. Una combinación habitual”. Diego Barcala escribe en Líbero. Preciosa revista, por cierto.

bollod

Inés Madrigal nació en junio de 1969 en la clínica San Ramón de Madrid, pero nunca conoció a su madre real. No supo que era adoptada hasta 1987. Un día comenzó a sospechar que podía haber sido sustraída al nacer. Las apariencias -graves irregularidades en su adopción- apuntaban en esa dirección: fue inscrita como hija biológica de una madre (estéril) que no era la suya. Pleiteó en los tribunales contra el ginecólogo Eduardo Vela. El año pasado, la Audiencia Provincial de Madrid absolvió al médico por prescripción, pero reconoció que había habido detención ilegal, suposición de parto y falsedad documental. Era el primer caso de bebé robado certificado por la justicia española. Pero lo que podía ser el inicio de una sucesión de juicios, se frenó en seco hace unos días: Madrigal encontró al fin a su familia biológica gracias a un banco de ADN estadounidense, pero tras interrogar a sus hermanos, la fiscalía concluyó que “fue entregada en adopción voluntariamente” por su madre biológica.

El juez Baltasar Garzón incluyó la trama de bebés robados en su causa contra el franquismo por crímenes contra la humanidad. 250 familias pusieron una denuncia colectiva en 2012. Durante esta década, la Fiscalía ha iniciado más de 2.000 diligencias de investigación. Con todo y con eso: ha habido muchos más reveses que resultados.

Tal vez la vía judicial no sea la más adecuada para estos casos y sea mejor centrarse en el ADN

La acumulación de denuncias sobre desapariciones en los hospitales vascos entre 1950 y 1993 llevó a una investigación autonómica al más alto nivel: comisiones de investigación parlamentaria, un grupo especial de la Ertzaintza dedicado al asunto y varias consejerías implicadas. ¿El resultado? Nada. “En ninguno de los procedimientos incoados en Euskadi se ha podido acreditar la existencia de delito, es decir la sustracción del recién nacido, ni siquiera con indicios razonables… Está claro que se debieron producir situaciones de ilegalidad" en adopciones al amparo de una regulación "insuficiente y carente de garantías", aseguró en 2012 el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro.

En dicha comisión de investigación también habló el antropólogo forense Francisco Etxeberría. “Sostengo que hay irregularidades en las adopciones, porque hubo compra y venta de niños, me lo creo perfectamente. Hubo mujeres que vendieron a niños, hubo mujeres que no pudieron atender a los niños y fueron engañadas en el momento, y hubo gente que también compró niños. Pero robos de niños durante el franquismo no se han podido probar”, afirmó el forense en el Parlamento Vasco. Irregularidades sí; trapicheos graves, también; trama organizada de robos, en ningún caso.

https://www.elconfidencial.com/espana/2019-07-18/bebes-robados-franquismo_2128051/