La polémica alcaldesa de Manilva, Antonia Muñoz (IU), ha incluido en el pliego de condiciones para la adjudicación de la explotación del bar de la piscina municipal la entrega de 400 tiques de bocadillos y bebidas cuyo destino no se especifica. Una práctica que al parecer no es la primera vez que se produce y también se habría llevado a cabo en la feria del municipio. Este hecho se suma a la larga lista de decisiones cuestionables que componen la peculiar forma de gobernar de Antonia Muñoz.
Comentarios
Es una medida habitual en muchos pliegos de condiciones de cafeterías y cosas así. Sale menos gravosa para la empresa concesionaria que un canon en dinero, y se suele utilizar para visitas de colegios, organización de torneos, campamentos de verano y cosas así.
El problema, en caso de existir, está en el uso que se dé a esos tiques, y su fiscalización. Si hay un uso fraudulento, se denuncia y que pringuen los culpables; pero tal y como está reflejado en la noticia no es más que una prestación en especie, absolutamente legal y que de hecho es muy habitual en este tipo de contratos (y más si la concesión es modesta).
(Vamos, que igualito a lo de Divar...)
#4 eso me estaba preguntando yo. En el ABC no saben dónde encontrar críticas absurdas a IU. Ahora, resultado que un ayuntamiento no puede exigir condiciones al adjudicatario de una licencia de bar en una piscina MUNICIPAL.
Patético. Hubiesen preferido piscina privada y que cada uno se pague lo suyo, pero como el ayuntamiento garantiza servicios públicos, lo critican.
#4 No dejes que la realidad palidezca el amarillismo de tus noticias.
#4 Teniendo en cuenta que la alcaldesa a enchufado a familiares y amigos en el Ayuntamiento, pues ya se sabe a donde van a ir esos tickets. Otra cacicada más.
#8 lee al #4
Cabronazos. Cogerán esos 400 tickets y los ingresarán en Belice para luego pegarse la gran vida.
Soís unos malpensados. Es para un grupillo de chavales rezagados de la JMJ 2011.
Ahora quienes son los perroflautas....
Jején como son estos de IU, estos apoyaban al 15M, jején
Cuanto sinvergüenza, hasta en la izquierda, madre mía.