Publicado hace 15 años por rosebull a labatalladeloslibros.blogspot.com

Estamos ante la manida leyenda del ser humilde, en este caso pastor de cerdos, convertido en el todopoderoso hombre de negocios a base de esfuerzo y tesón. Sin embargo, biografías como la que firma Pere Ferrer, borran de un soplo fabulaciones de este tipo. Basta una anécdota de la edad escolar del biografiado: robaba cigarrillos a su padre, los encendía en la escuela y los vendía a sus compañeros a un céntimo la calada.

Comentarios

Esteban_Rosador
D

La pasta lo puede casi todo.

r

Es interesantisimo que nos perdamos en discusiones ideologicas sobre el por qué de la guerra civil, y se pase por alto que de no haber sido por el apoyo economico de Juan March, es bastante probable que no hubiera habido alzamiento. No solo jaleó el levantamiento militar, sino que encima sacó tajada. Da escalofrios pensar en los muertos que injustamente se produjeron por culpa de este señor de la guerra.

Ni rojos ni fachas; ni Jose Antonio ni Carillo; de no mediar un interés tan egoista y personal como el de gente como Juan March, España probablemente aun seria una República.

Creo yo.