La policía los detiene cuando los sorprende vendiendo en la calle, les requisa el género y luego el juez los absuelve. ¿Por qué? Porque la Justicia entiende que los manteros no le causan daño alguno a las marcas y no engañan a nadie, pues todo el mundo sabe que lo que exponen en el suelo son falsificaciones.La jurisprudencia apela también a la humanidad, a las necesidades vitales del que solo tiene la venta ambulante como sustento.
Comentarios
Un poco tendencioso el titular ¿no?
#0 Edit please: La justicia se pone de lado de la justicia.
Un saludo.
Los mayores consumidores de top manta son los jueces de ahí la sentencia absolutoria.
Pues me alegro.