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#7:
Perdón por la extensión, pero cuando se ven cosas así este artículo es de muy necesaria lectura:
http://ningunterra.com/2009/04/03/johann-hari-%C2%BFporque-deberia-respetar-esas-religiones-opresivas/
Johann Hari: ¿Porqué debería respetar esas religiones opresivas?
(c) por Johann Hari
Traducción por:
hiroko y Mario Pena
Enlace original: http://www.independent.co.uk/opinion/commentators/johann-hari/johann-hari-why-should-i-respect-these-oppressive-religions-1517789.html También en: http://richarddawkins.net/article,3553,Why-should-I-respect-these-oppressive-religions,Johann-Hari
Siempre que se critica una creencia religiosa, sus adeptos dicen ser víctimas de los “prejuicios”
Poco a poco el derecho a criticar la religión se disuelve en la nada. En todo el mundo, los pequeños avances del secularismo -el que nos proporciona espacio para dudar, para preguntar, para componer nuestras propias ideas- se ven reducidos por demandas beligerantes de “respeto” para la religión. Acaba de registrarse un hito histórico que nos muestra hasta dónde nos han empujado. El Comisionado de la ONU supuesto guardián global de la libertad de expresión, ha visto redefinidas sus funciones… para ponerle del lado de los censores religiosos.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos estableció hace 60 años que “un mundo en el que los seres humanos disfruten de libertad de expresión y de creencias, es la más alta aspiración del pueblo”. Era una Carta Magna para la humanidad – y detestada por quienes violan los derechos humanos. Hoy, la dictadura china lo llama “occidental”, Robert Mugabe “colonialista”, y Dick Cheney “anticuada”. Los paises del mundo han sido cronicamente incapaces de ponerla en práctica – pero el documento se ha mantenido por las Naciones Unidas como el último estándar contra el cual medirnos a nosotros mismos. Hasta ahora.
Comenzando en 1999, una coalición de tiranos islamistas, liderados por Arabia Saudí, exigieron que las normas fueran reescritas. Decidieron que la demanda de que cualquiera fuera capaz de pensar y hablar libremente fallaba a la hora de “respetar” las “sensibilidades únicas” de los religiosos – por lo que establecieron una Declaración Islámica de los Derechos Humanos alternativa. Insistía en que únicamente puedes hablar dentro de “los límites de la [ley] shariah. No está permitido difundir o diseminar falsedades que conlleven la abominación o la traición a la comunidad islámica”.
En otras palabras, puedes decir lo que quieras, siempre que sea precisamente aquello que los reaccionarios mulás te cuentan que digas. Esta declaración deja claro que no existe igualdad para las mujeres, homosexuales, no musulmanes o apostatas. Ha sido respaldada por el Vaticano y un conjunto de fundamentalistas cristianos.
Increiblemente, están teniendo éxito. Al relator de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos le ha sido encomendado la labor de exponer y poner en evidencia aquellos que impiden la libertad de expresión; incluyendo lo religioso. Pero el delegado pakistaní demandó recientemente que en la descripción de su trabajo fuera cambiada de tal manera que pueda buscar y condenar “abusos de libertad de expresión” incluyendo “la difamación hacia las religiones y los profetas”. El consejo estuvo de acuerdo; así que el trabajo ha dado la vuelta. En lugar de condenar a ls personas que querían asesinar a Salman Rushdie, tendrán que condenar al mismo Salman Rushdie.
Ya no está permitido que cualquier cosa que pueda ser considerada “religiosa” sea sujeto de discusión en las Naciones Unidas; y prácticamente cualquier cosa puede considerarse religiosa. Roy Brown, de la Unión Internacional de Humanista y Ética trató de proponer temas como la lapidación de mujeres acusadas de adulterio, o el matrimonio infantil. El delegado egipcio se puso en pie para anunciar que la discusión de la shariah “no iba a producirse” y que “el Islam no sería crucificado en ese consejo”; y a Brown se le ordenó silencio. Por supuesto, las primeras víctimas de encerrar la libertad de expresión entorno al Islám, con el permiso de Naciones Unidas, son musulmanes ordinarios.
He aquí una serie de nociones aleatorias de la pasada semana en países que han demandado este cambio. En Nigeria, mujeres divorciadas son arrojadas de forma rutinaria de sus casas y privadas de todo, impedidas de ver a sus propios hijos, así que un gran grupo de ellas quisieron elevar una protesta; pero la policía de la Sharia declaró que era “anti islámico” y que los manifestantes serían golpeados y flagelados. En Arabia Saudí, el mayor alto rango del gobierno aprobó lo dicho por un clérido en el sentido de que era perfectamente aceptable que hombre mayores se casaran con niñas de 10 años, y que aquellos que no estuvieran de acuerdo fueran silenciados. En Egipto, el blogger musulman Abdel Rahman fue capturado, encarcelado y torturado por discutir sobre lograr un Islam reformado que no impusiera la shariah.
A la gente que demanda respeto por la cultura musulamana, le pregunto: ¿Qué cultura musulmana? ¿La de esas mujeres o sus hijos, la de los bloggers, o la de sus opresores?
Tal y como el defensor del secularismo establece: “El auténtico objetivo de estos esfuerzos no es del proteger los sentimientos de los musulmanes, sino el proteger estados Islámicos anti liberales de cargos por abusos contra los derechos humanos, y para silenciar las voces de aquellos disidentes internos que piden más gobierno secular y libertad.”
Aquellos de nosotros con con mayor pasión apoyamos a las Naciones Unidas deberíamos estár completamente escandalizados por todo esto.
Apoyando estas “reformas” se dan unas nociones que se filtran incluso en las sociedades democráticas, en el sentido de que el ateismo y la duda son semejantes al racismo. Hoy tan pronto como una creencia religiosa es criticada, sus adeptos dicen ser víctimas de los “prejuicios”, y su escándalo está siendo incrementalmente apoyado por leyes.
Todas las personas merecen respeto, pero no así todas las ideas. Yo no respeto la idea de que un hombre naciera de una virgen, anduviera sobre el agua y resucitara de entre los muertos. No respeto la idea de que deberíamos seguir a un “profeta” que a la edad de 53 mantuviera relaciones sexuales con una niña de nueve años, y ordenara el asesinato de pueblos enteros de judios porque no quisieron seguirle.
No respeto la idea de que el West Bank fuera dado a los judios por Dios y que los palestinos tengan que ser bombardeados o intimidados en sus márgenes. No respeto la idea de que hayamos vivido previamente como cabras, y que podríamos volver a vivir como cochinillas. Y esto no es debido a “prejuicios” o “ignorancia”, si no más bien porque no existe evidencia alguna que soporte estas reivindicaciones. Pertenecen más bien a la infancia de nuestra especie, y con el tiempo parecerán tan absurdas como creer en Zeuis, Thor o Baal.
Cuando demandas “respeto”, demandas que te mintamos. Tengo demasiado respeto real hacia ti como ser humano como para participar en esta charada.
Pero ¿porqué son las sensibilidades religiosas más propensas a provocar demandas de censura que, por ejemplo, las sensibilidades políticas? La respuesta reside en la propia naturaleza de la fe. Si mis opiniones son desafiadas puedo, al final, contrastarlas contra la realidad. Si se desregulan los mercados, ¿se colapasarán? Si incrementamos las emisiones de dióxido de carbono, ¿se desestabilizará el clima? Si mis opiniones están equivocadas, puedo corregirlas; si estoy en lo correcto, quedo reconfortado.
Pero cuando lo religioso es desafiado, no existe evidencia alguna que puedan consultar. Por definición, si tienes fe, estás eligiendo creer en ausencia de evidencia. Nadie tiene “fe” en que el fuego hiere, o que Australia existe; lo saben, basados en las pruebas. Sin embargo es psicológicamente doloroso ser confrontado con el hecho de que tus creencias centrales se basan en el fino aire, o en las vacías cáscaras de la revelación o en desfiguradas parodias de la razón. Es más fácil demandar que se silencie la fuente de la molesta duda.
Pero una sociedad libre no se puede estructurar para confortar al fiel duro. Se basa en un trato. Tienes todo el derecho de expresar tus creencias; pero el precio es que yo también tengo el derecho a responder tal y como desee. Ninguno de los dos podemos poner al margen las reglas y exigir ser protegidos de ofensas.
Ahora bien, esta idea, en el corazón de la Declaración Universal, se está perdiendo. Por un extremo golpea en la apología por la censura religiosa, por el otro se disuelve en el multiculturalismo. El secuestro del Relator Especial de la ONU por fanáticos religiosos debería impulsarnos a rescatar lo simple, la golpeada idea que se desintegra en el medio: lo igual, el indivisible derecho humano de hablar libremente.
http://ningunterra.com/2009/04/03/johann-hari-%C2%BFporque-deberia-respetar-esas-religiones-opresivas/
Johann Hari: ¿Porqué debería respetar esas religiones opresivas?
(c) por Johann Hari
Traducción por:
hiroko y Mario Pena
Enlace original: http://www.independent.co.uk/opinion/commentators/johann-hari/johann-hari-why-should-i-respect-these-oppressive-religions-1517789.html También en: http://richarddawkins.net/article,3553,Why-should-I-respect-these-oppressive-religions,Johann-Hari
Siempre que se critica una creencia religiosa, sus adeptos dicen ser víctimas de los “prejuicios”
Poco a poco el derecho a criticar la religión se disuelve en la nada. En todo el mundo, los pequeños avances del secularismo -el que nos proporciona espacio para dudar, para preguntar, para componer nuestras propias ideas- se ven reducidos por demandas beligerantes de “respeto” para la religión. Acaba de registrarse un hito histórico que nos muestra hasta dónde nos han empujado. El Comisionado de la ONU supuesto guardián global de la libertad de expresión, ha visto redefinidas sus funciones… para ponerle del lado de los censores religiosos.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos estableció hace 60 años que “un mundo en el que los seres humanos disfruten de libertad de expresión y de creencias, es la más alta aspiración del pueblo”. Era una Carta Magna para la humanidad – y detestada por quienes violan los derechos humanos. Hoy, la dictadura china lo llama “occidental”, Robert Mugabe “colonialista”, y Dick Cheney “anticuada”. Los paises del mundo han sido cronicamente incapaces de ponerla en práctica – pero el documento se ha mantenido por las Naciones Unidas como el último estándar contra el cual medirnos a nosotros mismos. Hasta ahora.
Comenzando en 1999, una coalición de tiranos islamistas, liderados por Arabia Saudí, exigieron que las normas fueran reescritas. Decidieron que la demanda de que cualquiera fuera capaz de pensar y hablar libremente fallaba a la hora de “respetar” las “sensibilidades únicas” de los religiosos – por lo que establecieron una Declaración Islámica de los Derechos Humanos alternativa. Insistía en que únicamente puedes hablar dentro de “los límites de la [ley] shariah. No está permitido difundir o diseminar falsedades que conlleven la abominación o la traición a la comunidad islámica”.
En otras palabras, puedes decir lo que quieras, siempre que sea precisamente aquello que los reaccionarios mulás te cuentan que digas. Esta declaración deja claro que no existe igualdad para las mujeres, homosexuales, no musulmanes o apostatas. Ha sido respaldada por el Vaticano y un conjunto de fundamentalistas cristianos.
Increiblemente, están teniendo éxito. Al relator de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos le ha sido encomendado la labor de exponer y poner en evidencia aquellos que impiden la libertad de expresión; incluyendo lo religioso. Pero el delegado pakistaní demandó recientemente que en la descripción de su trabajo fuera cambiada de tal manera que pueda buscar y condenar “abusos de libertad de expresión” incluyendo “la difamación hacia las religiones y los profetas”. El consejo estuvo de acuerdo; así que el trabajo ha dado la vuelta. En lugar de condenar a ls personas que querían asesinar a Salman Rushdie, tendrán que condenar al mismo Salman Rushdie.
Ya no está permitido que cualquier cosa que pueda ser considerada “religiosa” sea sujeto de discusión en las Naciones Unidas; y prácticamente cualquier cosa puede considerarse religiosa. Roy Brown, de la Unión Internacional de Humanista y Ética trató de proponer temas como la lapidación de mujeres acusadas de adulterio, o el matrimonio infantil. El delegado egipcio se puso en pie para anunciar que la discusión de la shariah “no iba a producirse” y que “el Islam no sería crucificado en ese consejo”; y a Brown se le ordenó silencio. Por supuesto, las primeras víctimas de encerrar la libertad de expresión entorno al Islám, con el permiso de Naciones Unidas, son musulmanes ordinarios.
He aquí una serie de nociones aleatorias de la pasada semana en países que han demandado este cambio. En Nigeria, mujeres divorciadas son arrojadas de forma rutinaria de sus casas y privadas de todo, impedidas de ver a sus propios hijos, así que un gran grupo de ellas quisieron elevar una protesta; pero la policía de la Sharia declaró que era “anti islámico” y que los manifestantes serían golpeados y flagelados. En Arabia Saudí, el mayor alto rango del gobierno aprobó lo dicho por un clérido en el sentido de que era perfectamente aceptable que hombre mayores se casaran con niñas de 10 años, y que aquellos que no estuvieran de acuerdo fueran silenciados. En Egipto, el blogger musulman Abdel Rahman fue capturado, encarcelado y torturado por discutir sobre lograr un Islam reformado que no impusiera la shariah.
A la gente que demanda respeto por la cultura musulamana, le pregunto: ¿Qué cultura musulmana? ¿La de esas mujeres o sus hijos, la de los bloggers, o la de sus opresores?
Tal y como el defensor del secularismo establece: “El auténtico objetivo de estos esfuerzos no es del proteger los sentimientos de los musulmanes, sino el proteger estados Islámicos anti liberales de cargos por abusos contra los derechos humanos, y para silenciar las voces de aquellos disidentes internos que piden más gobierno secular y libertad.”
Aquellos de nosotros con con mayor pasión apoyamos a las Naciones Unidas deberíamos estár completamente escandalizados por todo esto.
Apoyando estas “reformas” se dan unas nociones que se filtran incluso en las sociedades democráticas, en el sentido de que el ateismo y la duda son semejantes al racismo. Hoy tan pronto como una creencia religiosa es criticada, sus adeptos dicen ser víctimas de los “prejuicios”, y su escándalo está siendo incrementalmente apoyado por leyes.
Todas las personas merecen respeto, pero no así todas las ideas. Yo no respeto la idea de que un hombre naciera de una virgen, anduviera sobre el agua y resucitara de entre los muertos. No respeto la idea de que deberíamos seguir a un “profeta” que a la edad de 53 mantuviera relaciones sexuales con una niña de nueve años, y ordenara el asesinato de pueblos enteros de judios porque no quisieron seguirle.
No respeto la idea de que el West Bank fuera dado a los judios por Dios y que los palestinos tengan que ser bombardeados o intimidados en sus márgenes. No respeto la idea de que hayamos vivido previamente como cabras, y que podríamos volver a vivir como cochinillas. Y esto no es debido a “prejuicios” o “ignorancia”, si no más bien porque no existe evidencia alguna que soporte estas reivindicaciones. Pertenecen más bien a la infancia de nuestra especie, y con el tiempo parecerán tan absurdas como creer en Zeuis, Thor o Baal.
Cuando demandas “respeto”, demandas que te mintamos. Tengo demasiado respeto real hacia ti como ser humano como para participar en esta charada.
Pero ¿porqué son las sensibilidades religiosas más propensas a provocar demandas de censura que, por ejemplo, las sensibilidades políticas? La respuesta reside en la propia naturaleza de la fe. Si mis opiniones son desafiadas puedo, al final, contrastarlas contra la realidad. Si se desregulan los mercados, ¿se colapasarán? Si incrementamos las emisiones de dióxido de carbono, ¿se desestabilizará el clima? Si mis opiniones están equivocadas, puedo corregirlas; si estoy en lo correcto, quedo reconfortado.
Pero cuando lo religioso es desafiado, no existe evidencia alguna que puedan consultar. Por definición, si tienes fe, estás eligiendo creer en ausencia de evidencia. Nadie tiene “fe” en que el fuego hiere, o que Australia existe; lo saben, basados en las pruebas. Sin embargo es psicológicamente doloroso ser confrontado con el hecho de que tus creencias centrales se basan en el fino aire, o en las vacías cáscaras de la revelación o en desfiguradas parodias de la razón. Es más fácil demandar que se silencie la fuente de la molesta duda.
Pero una sociedad libre no se puede estructurar para confortar al fiel duro. Se basa en un trato. Tienes todo el derecho de expresar tus creencias; pero el precio es que yo también tengo el derecho a responder tal y como desee. Ninguno de los dos podemos poner al margen las reglas y exigir ser protegidos de ofensas.
Ahora bien, esta idea, en el corazón de la Declaración Universal, se está perdiendo. Por un extremo golpea en la apología por la censura religiosa, por el otro se disuelve en el multiculturalismo. El secuestro del Relator Especial de la ONU por fanáticos religiosos debería impulsarnos a rescatar lo simple, la golpeada idea que se desintegra en el medio: lo igual, el indivisible derecho humano de hablar libremente.
#3:
País añadido a la lista de sitios miserables que no visitar nunca (tampoco es que tuviera ninguna intención pero bueno).
#24:
La publicidad siempre tan aguda
#1:
¡Joer estos Kuwaities, me cago en D....! esto, quiero decir, menuda faena.
#20:
Vaya mierda de dioses que necesitan de intermediarios que castiguen a todo aquel que se cague en ellos.
#15:
Estos son a los que fuimos defender en una guerra hace algunos años, ¿no?
#5:
Kuwait no es invadible ya que reseta los derechos humanos y no tiene armas de destrucción+iva (mode bush/obama off)
Comentarios
Perdón por la extensión, pero cuando se ven cosas así este artículo es de muy necesaria lectura:
http://ningunterra.com/2009/04/03/johann-hari-%C2%BFporque-deberia-respetar-esas-religiones-opresivas/
Johann Hari: ¿Porqué debería respetar esas religiones opresivas?
(c) por Johann Hari
Traducción por:
hiroko y Mario Pena
Enlace original: http://www.independent.co.uk/opinion/commentators/johann-hari/johann-hari-why-should-i-respect-these-oppressive-religions-1517789.html También en: http://richarddawkins.net/article,3553,Why-should-I-respect-these-oppressive-religions,Johann-Hari
Siempre que se critica una creencia religiosa, sus adeptos dicen ser víctimas de los “prejuicios”
Poco a poco el derecho a criticar la religión se disuelve en la nada. En todo el mundo, los pequeños avances del secularismo -el que nos proporciona espacio para dudar, para preguntar, para componer nuestras propias ideas- se ven reducidos por demandas beligerantes de “respeto” para la religión. Acaba de registrarse un hito histórico que nos muestra hasta dónde nos han empujado. El Comisionado de la ONU supuesto guardián global de la libertad de expresión, ha visto redefinidas sus funciones… para ponerle del lado de los censores religiosos.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos estableció hace 60 años que “un mundo en el que los seres humanos disfruten de libertad de expresión y de creencias, es la más alta aspiración del pueblo”. Era una Carta Magna para la humanidad – y detestada por quienes violan los derechos humanos. Hoy, la dictadura china lo llama “occidental”, Robert Mugabe “colonialista”, y Dick Cheney “anticuada”. Los paises del mundo han sido cronicamente incapaces de ponerla en práctica – pero el documento se ha mantenido por las Naciones Unidas como el último estándar contra el cual medirnos a nosotros mismos. Hasta ahora.
Comenzando en 1999, una coalición de tiranos islamistas, liderados por Arabia Saudí, exigieron que las normas fueran reescritas. Decidieron que la demanda de que cualquiera fuera capaz de pensar y hablar libremente fallaba a la hora de “respetar” las “sensibilidades únicas” de los religiosos – por lo que establecieron una Declaración Islámica de los Derechos Humanos alternativa. Insistía en que únicamente puedes hablar dentro de “los límites de la [ley] shariah. No está permitido difundir o diseminar falsedades que conlleven la abominación o la traición a la comunidad islámica”.
En otras palabras, puedes decir lo que quieras, siempre que sea precisamente aquello que los reaccionarios mulás te cuentan que digas. Esta declaración deja claro que no existe igualdad para las mujeres, homosexuales, no musulmanes o apostatas. Ha sido respaldada por el Vaticano y un conjunto de fundamentalistas cristianos.
Increiblemente, están teniendo éxito. Al relator de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos le ha sido encomendado la labor de exponer y poner en evidencia aquellos que impiden la libertad de expresión; incluyendo lo religioso. Pero el delegado pakistaní demandó recientemente que en la descripción de su trabajo fuera cambiada de tal manera que pueda buscar y condenar “abusos de libertad de expresión” incluyendo “la difamación hacia las religiones y los profetas”. El consejo estuvo de acuerdo; así que el trabajo ha dado la vuelta. En lugar de condenar a ls personas que querían asesinar a Salman Rushdie, tendrán que condenar al mismo Salman Rushdie.
Ya no está permitido que cualquier cosa que pueda ser considerada “religiosa” sea sujeto de discusión en las Naciones Unidas; y prácticamente cualquier cosa puede considerarse religiosa. Roy Brown, de la Unión Internacional de Humanista y Ética trató de proponer temas como la lapidación de mujeres acusadas de adulterio, o el matrimonio infantil. El delegado egipcio se puso en pie para anunciar que la discusión de la shariah “no iba a producirse” y que “el Islam no sería crucificado en ese consejo”; y a Brown se le ordenó silencio. Por supuesto, las primeras víctimas de encerrar la libertad de expresión entorno al Islám, con el permiso de Naciones Unidas, son musulmanes ordinarios.
He aquí una serie de nociones aleatorias de la pasada semana en países que han demandado este cambio. En Nigeria, mujeres divorciadas son arrojadas de forma rutinaria de sus casas y privadas de todo, impedidas de ver a sus propios hijos, así que un gran grupo de ellas quisieron elevar una protesta; pero la policía de la Sharia declaró que era “anti islámico” y que los manifestantes serían golpeados y flagelados. En Arabia Saudí, el mayor alto rango del gobierno aprobó lo dicho por un clérido en el sentido de que era perfectamente aceptable que hombre mayores se casaran con niñas de 10 años, y que aquellos que no estuvieran de acuerdo fueran silenciados. En Egipto, el blogger musulman Abdel Rahman fue capturado, encarcelado y torturado por discutir sobre lograr un Islam reformado que no impusiera la shariah.
A la gente que demanda respeto por la cultura musulamana, le pregunto: ¿Qué cultura musulmana? ¿La de esas mujeres o sus hijos, la de los bloggers, o la de sus opresores?
Tal y como el defensor del secularismo establece: “El auténtico objetivo de estos esfuerzos no es del proteger los sentimientos de los musulmanes, sino el proteger estados Islámicos anti liberales de cargos por abusos contra los derechos humanos, y para silenciar las voces de aquellos disidentes internos que piden más gobierno secular y libertad.”
Aquellos de nosotros con con mayor pasión apoyamos a las Naciones Unidas deberíamos estár completamente escandalizados por todo esto.
Apoyando estas “reformas” se dan unas nociones que se filtran incluso en las sociedades democráticas, en el sentido de que el ateismo y la duda son semejantes al racismo. Hoy tan pronto como una creencia religiosa es criticada, sus adeptos dicen ser víctimas de los “prejuicios”, y su escándalo está siendo incrementalmente apoyado por leyes.
Todas las personas merecen respeto, pero no así todas las ideas. Yo no respeto la idea de que un hombre naciera de una virgen, anduviera sobre el agua y resucitara de entre los muertos. No respeto la idea de que deberíamos seguir a un “profeta” que a la edad de 53 mantuviera relaciones sexuales con una niña de nueve años, y ordenara el asesinato de pueblos enteros de judios porque no quisieron seguirle.
No respeto la idea de que el West Bank fuera dado a los judios por Dios y que los palestinos tengan que ser bombardeados o intimidados en sus márgenes. No respeto la idea de que hayamos vivido previamente como cabras, y que podríamos volver a vivir como cochinillas. Y esto no es debido a “prejuicios” o “ignorancia”, si no más bien porque no existe evidencia alguna que soporte estas reivindicaciones. Pertenecen más bien a la infancia de nuestra especie, y con el tiempo parecerán tan absurdas como creer en Zeuis, Thor o Baal.
Cuando demandas “respeto”, demandas que te mintamos. Tengo demasiado respeto real hacia ti como ser humano como para participar en esta charada.
Pero ¿porqué son las sensibilidades religiosas más propensas a provocar demandas de censura que, por ejemplo, las sensibilidades políticas? La respuesta reside en la propia naturaleza de la fe. Si mis opiniones son desafiadas puedo, al final, contrastarlas contra la realidad. Si se desregulan los mercados, ¿se colapasarán? Si incrementamos las emisiones de dióxido de carbono, ¿se desestabilizará el clima? Si mis opiniones están equivocadas, puedo corregirlas; si estoy en lo correcto, quedo reconfortado.
Pero cuando lo religioso es desafiado, no existe evidencia alguna que puedan consultar. Por definición, si tienes fe, estás eligiendo creer en ausencia de evidencia. Nadie tiene “fe” en que el fuego hiere, o que Australia existe; lo saben, basados en las pruebas. Sin embargo es psicológicamente doloroso ser confrontado con el hecho de que tus creencias centrales se basan en el fino aire, o en las vacías cáscaras de la revelación o en desfiguradas parodias de la razón. Es más fácil demandar que se silencie la fuente de la molesta duda.
Pero una sociedad libre no se puede estructurar para confortar al fiel duro. Se basa en un trato. Tienes todo el derecho de expresar tus creencias; pero el precio es que yo también tengo el derecho a responder tal y como desee. Ninguno de los dos podemos poner al margen las reglas y exigir ser protegidos de ofensas.
Ahora bien, esta idea, en el corazón de la Declaración Universal, se está perdiendo. Por un extremo golpea en la apología por la censura religiosa, por el otro se disuelve en el multiculturalismo. El secuestro del Relator Especial de la ONU por fanáticos religiosos debería impulsarnos a rescatar lo simple, la golpeada idea que se desintegra en el medio: lo igual, el indivisible derecho humano de hablar libremente.
#7 "Esta declaración deja claro que no existe igualdad para las mujeres, homosexuales, no musulmanes o apostatas. Ha sido respaldada por el Vaticano y un conjunto de fundamentalistas cristianos".
Esta muy bien que se sepa del lado en que se pone cada una de estas instituciones.
País añadido a la lista de sitios miserables que no visitar nunca (tampoco es que tuviera ninguna intención pero bueno).
La publicidad siempre tan aguda
#24 Espero no ofenderte pero...¿tienes parkinson?
#25 Es el ratón que ta un poco jodido
#24 Alguien que aún usa MSN Messenger
#24 lo mejor, la señalización.
¡Joer estos Kuwaities, me cago en D....! esto, quiero decir, menuda faena.
Vaya mierda de dioses que necesitan de intermediarios que castiguen a todo aquel que se cague en ellos.
#20 ¡Es que ya no quedan dioses como los de antes! Antiguamente, para castigar las ofensas de los hombres mandaban plagas, las sociedades se destruían porque dejaban de entenderse, los hermanos se mataban entre sí, los fariseos mercadeaban en los templos y... Oh... Espera...
Estos son a los que fuimos defender en una guerra hace algunos años, ¿no?
#15 A ellos no: a sus pozos de petroleo
Mecaguendio....ooppss quiero decir: repampanitos
Kuwait no es invadible ya que reseta los derechos humanos y no tiene armas de destrucción+iva (mode bush/obama off)
#5 se te olvida el modo rajoy: destrucción+iva
Malditos fanáticos.
si siguen así se pueden ir A lá mierda... ops.
ley que impone la pena de muerte a todos aquellos musulmanes que insulten a Alá, al Corán, a los profetas y a aquellos que mancillen el honor de Mahoma y sus mujeres
¿Cómo demuestran que eres musulman?
#12 Según la mitología musulmana, todo el mundo nace musulmán. No hay necesidad de bautismo.
#12 Muy fácil. Pena de muerte a los que se declaren no musulmanes.
#9 no empeores las cosas!
#12 por lo menos aquí en Egipto tu religión aparece en tu documento de identidad. Y si hay diferentes leyes según la confesión que sea, por ejemplo los coptos (cristianos ortodoxos) no se pueden divorciar (no porque los musulmanes no los dejen, sino porque es la propia Iglesia la que hizo lobby para que fuera así)
#23 no te repitas, Dios y Alá es exactamente la misma palabra, solo que en diferentes idiomas
Jehova, Jehova, Jehova, Jehova
A vuelto a la decir el nombre de dios en vano...
A veces la realidad supera a la ficción.
#9 Solo lo has escrito amigo. Ahora si lo dices en voz alta delante de un espejo 3 veces seguidas....eso ya es otro cantar
#9 sí, el mundo cada vez se parece mas a una peli de los Monty Python
#9 #60
por si alguien no cogía el chisteA veces, uno desearía llegar de una vez al "peak oil", entre otras cosas, para que estos pequeños estados artificiales y feudales tengan que comerse su arena. Por el momento, mientras los "estados occidentales" sigan manteniendo un progreso basado, en parte, en consentir estos abusos por parte de entidades de las que se depende, poco podemos hacer los ciudadanos. Bueno, sí, podemos hacer mucho, empezando por tomar conciencia social. Con el tiempo, quién sabe.
#19 A mi me gustaría que los países occidentales dejasemos de ser hipócritas y los enviasemos a tomar por culo, y ya. Sin necesidad de oil peak. Ojalá. Anda que no me alegraría de que los ignorasemos, que se quitaran las leyes absurdas de protección religiosa en nuestros países, y otras gilipolleces. Es hora de que a nivel de estado no reciban absolutamente nada.
Si un país no es respetuoso con los derechos humanos 0 relaciones con ese país. Ojalá se hiciera eso. Ya se vería como cambian esos países al no verse protegidos por nada y totalmente aislados y solo se podrían relacionar entre ellos. En este comentario también se incluye un pequeño estado de excepción en Europa, El Vaticano.
#45 si haces eso, te quedas sin comerciar con básicamente todo el mundo, porque en países como Estados Unidos, Israel, China o Rusia tampoco es que se respeten mucho. Y eso ya lo hizo EEUU con Cuba y ya vimos que no sirvió para nada, al contrario.
#50 MMM, es que si haces eso no comercias con nadie(al menos desde mi criterio de democrático porque actualmente hay 0 países democráticos) pero bueno. Sería lo correcto.
Si no respetas los derechos humanos, no esperes nada de mi. Al menos como estado, si las empresas quieren tratar contigo, no soy nadie. Pero como estado serás ingrato. Tus dirigentes, tus embajadores,... no serán bienvenidos. Respeta los derechos de tu pueblo, y luego hablamos. Hasta entonces nada.
ME CAGO EN DIOS, ALÁ Y SUS PUTAS Y RESPECTIVAS MADRES.
aprobado con mayoría aplastante
#8 Eso es el 120% de los diputados.
Es el precio que hay que pagar por la libertad... Oh! Wait!
Es la Sharia.Y me temo que a los musulmanes que viven en España también les gustaría poder aplicarla.
Más blasfemas son las religiones intolerantes.
Penoso. Mas tarados fanáticos intentando proteger sus ridiculas supercherías mitológicas con leyes.
Recordemos: este es el país que "liberó" Estados Unidos de Irak.
Para volver a poner un sistema dictatorial, fundamentalista y medieval.
Menos mal que les salvaron de Sadam... en fin
#27 Pasa como en Afganistan, invadieron para construir un gaseoducto y de paso lo convirtieron en uno de los principales países productores de opio.
No critiquéis, según el imperio, los kwaities están catalogados como amiguetes del alma....
Pero que lindos hoteles tiene!
¿Ese no era aquel país tan moderno que el malvado Saddam Hussein invadió y que Bush padre tuvo que rescatar?
#0 Es la "democracia" que impuso EEUU tras su liberación del dictador Saddam Hussein: la misma dictadura que había antes...
A los ateos que nos hacen entonces?
Dupe El parlamento de Kuwait acepta la pena de muerte para las blasfemias [ENG]
El parlamento de Kuwait acepta la pena de muerte p...
france24.comNuestros maravillosos aliados.
La blasfemia es el único crimen sin víctima.
Pues a mi me parece correcto. Como Dios manda! Que sois todos unos rojos. Que se empieza asi... y luego se acaba el pais lleno de homosexuales. O peor aun, homosexuales rojos blasfemos!
Menos mal que les liberamos de los iraquías, a saber cómo estarían ahora sino.
/S
Eso, a darle ideas al PP.
Seguro que los que se encargaron de dar su visto bueno a la ley son cuatro hijos de su santa madre que no tienen otra cosa que hacer que entorpecer el desarrollo de un país y sobretodo amargar un poco más la existencia de aquellos que se vean sometidos a ella...que repulsivas me resultan estas absurdeces.
En unos países ya no existen personas homosexuales, en este dejarán de existir personas afectadas por el Síndrome de Tourette...
I don't want to live in this planet anymore
A este paso, nos llevarán pocos años de ventaja!!
Eso, eso, progresando
Esto con Sadam no pasaba. Tendremos que invadirles para que lo cambien?
Este es el kuwait que nos deja Zapatero
A rouco ya se le están poniendo los dientes largos. Dadle tiempo.
Cuando hablan de Kuwait yo siempre me acuerdo del mundial de España '82, jugaban Francia y Kuwait, los franceses marcan un gol y los kuwaities empiezan a protestar, y en esto se levanta un jeque del palco y baja al campo para discutir con el árbitro, amenazando con retirar al equipo, se montó la de dios hasta que el árbitro se acojonó y anuló el gol. Los franceses y todo el publico flipaban.
Espero que alguno de los que han votado semejante mierda pruebe su propia medicina
cada vez que vea a alguien de kuwait en españa me cagaré en dios (para que lo oiga, of course)
No se de que os escandalizais, es otra manera (la mas heavy) de coartar la libertad de expresión, inexistente en todo el mundo. Entiendo como libertad de expresión el poder decir lo que te de la real gana, y basandome en esto en paises como el nuestro esta coartada por todas partes, la diferencia es que aqui se escudan en la "apología". Haces o apología del terrorismo, o apología del nazismo y te meten en la carcel. Por supuesto que no estoy de acuerdo con ninguna de estas 2 maneras de pensar, pero tampoco estoy de acuerdo con que no dejen a todo el mundo decir lo que quiera por muy barbaridad que sea lo que diga. Así que nosotros no somos tan diferentes de ellos en ese aspecto. No queremos oir ciertas cosas.
Este es el típico ejemplo al que me remito cuando alguien me acusa de ser hostil hacia la religión. Cuando aprenderemos que la fé ciega solo genera fanatismo, opresión y violencia.