Hace 15 años | Por pproma a elmundo.es
Publicado hace 15 años por pproma a elmundo.es

Una actitud indolente le sirve al articulista para hacer un retrato del carácter pasota que domina en los ciudadanos de este país en general y de Madrid -Sevilla, Orense, Valencia, etc- en particular.

Comentarios

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Felicito a la autora de este artículo por su acertada exposición de nuestra forma de actuar en sociedad. Para mí no hay objeciones a todo lo que dice. Debemos tomar nota y festejar que una escritora señale cómo se mueve la sociedad, nuestra sociedad, que sólo piensa en derechos olvidando los deberes, base y equilibrio de una sociedad decente, culta, amable; más feliz, natural y risueña. Trabajemos por ello. Herramientas tenemos: acceso a la formación, la cultura, el conocimiento, la comunicación. No sigamos desaprovechando el buen momento que nos toca vivir. Y pensemos en lo que dejaremos a los que vienen después. Saludos.

D

Como me gustaría que este artículo llegue a portada, no solo refleja la realidad de mi querida Madrid natal, es la realidad de España, quizás de una sociedad moderna que se aborrega, que se duerme, que es conformista, una lástima y una vergüenza.

S

Pues el ejemplo yo no lo veo muy adecuado, incluso el de un piloto de avion. Son maquinas que estás totalmente automatizadas, y no es necesaria una atencion constante.

Por otro lado, solo decir que Madrid lo hacen los Madrileños, y esa generalización a toda España no me ha gustado. No todas las cuidades son así, ni la gente en todas partes actua igual.

Lo que si que hay que reconocer es que en Madrid falta un poco de educación. A mi me da la impresion de que si chocas sin querer con alguíen por la calle te pide disculpas más por miedo que otra cosa, en cambio, si vas en coche y te cuelas en un cruce o en un semaforo, la gente se vuelve muy agresiva hasta que bajas la ventanilla para oir lo que dicen, entonces se callan y se van... Aparte de que todo el mundo intenta ir el primero y en el mejor sitio, todo el mundo corre por los sitios del bus o del metro, para los ascensores, al salir del trabajo, al conducir por el carril izq. Vamos, que no se suele mirar mucho más alla de las narices de uno, y eso se nota. Aunque no es así en todas las cuidades.