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#7:
Copio y pego un comentario del blog que me parece casi tan interesante como la propia entrada:
Iñigo Domínguez dijo
Por supuesto que hubo gente que ayudó a los judíos, Gelato. Por ejemplo, el mismo Vittorio de Sica. Es una historia muy curiosa que se supo hace ocho años. Disculpen que me desparrame también por este espacio para contarla, copiando de un artículo que escribí entonces.
Su hijo, Christian De Sica, reveló que se las ingenió para salvar a 300 judíos contratándolos como extras para una de sus primeras películas, 'La puerta del cielo', que cuenta el milagro de Loreto. «Los encerró prácticamente en la iglesia donde fueron rodadas muchas escenas. Se escondieron en San Paolo, fuera de las murallas, que en el filme se hacía pasar como la basílica de Loreto, y entretanto se rodó la película». Estaba protagonizada por Maria Mercader, que luego sería su mujer.
De Sica se embarcó en la película de rebote, tras recibir a medianoche una llamada de un emisario de Goebbels, que quería confiarle la construcción de Cinelandia, un complejo cinematográfico en Venecia. De Sica no sabía cómo salir del paso y le respondió de la única forma que seguramente le libraba del 'muerto' sin caer en desgracia: «Tengo un compromiso con el Vaticano». «Era mentira -contó su hijo-, pero la 'mamma' había firmado con el Centro Católico Cinematográfico para hacer 'La puerta del cielo', así que papá le pidió que le propusiera como director y le salió bien la jugada».
De todas formas, a De Sica tampoco le resultó fácil que le aceptaran en el Vaticano. Decían que era casi ateo, revolucionario y comunista. «Casi es la palabra justa», respondió él, y al final consiguió también colar a Cesare Zavattini como guionista. De Sica comenzó a contratar para la película a decenas de familias judías bajo nombres falsos y aunque en principio el número de extras estaba cifrado en 40 se fue hinchando hasta los 300. «La película debía durar unas pocas semanas, pero mi padre consiguió dilatar el rodaje de forma increíble, hasta cerca de seis meses, cuando llegaron los americanos a Roma. Al final fingían que rodaban, las cámaras no tenían película», dijo su hijo.
Vittorio De Sica, un monstruo.
Iñigo Domínguez dijo
Por supuesto que hubo gente que ayudó a los judíos, Gelato. Por ejemplo, el mismo Vittorio de Sica. Es una historia muy curiosa que se supo hace ocho años. Disculpen que me desparrame también por este espacio para contarla, copiando de un artículo que escribí entonces.
Su hijo, Christian De Sica, reveló que se las ingenió para salvar a 300 judíos contratándolos como extras para una de sus primeras películas, 'La puerta del cielo', que cuenta el milagro de Loreto. «Los encerró prácticamente en la iglesia donde fueron rodadas muchas escenas. Se escondieron en San Paolo, fuera de las murallas, que en el filme se hacía pasar como la basílica de Loreto, y entretanto se rodó la película». Estaba protagonizada por Maria Mercader, que luego sería su mujer.
De Sica se embarcó en la película de rebote, tras recibir a medianoche una llamada de un emisario de Goebbels, que quería confiarle la construcción de Cinelandia, un complejo cinematográfico en Venecia. De Sica no sabía cómo salir del paso y le respondió de la única forma que seguramente le libraba del 'muerto' sin caer en desgracia: «Tengo un compromiso con el Vaticano». «Era mentira -contó su hijo-, pero la 'mamma' había firmado con el Centro Católico Cinematográfico para hacer 'La puerta del cielo', así que papá le pidió que le propusiera como director y le salió bien la jugada».
De todas formas, a De Sica tampoco le resultó fácil que le aceptaran en el Vaticano. Decían que era casi ateo, revolucionario y comunista. «Casi es la palabra justa», respondió él, y al final consiguió también colar a Cesare Zavattini como guionista. De Sica comenzó a contratar para la película a decenas de familias judías bajo nombres falsos y aunque en principio el número de extras estaba cifrado en 40 se fue hinchando hasta los 300. «La película debía durar unas pocas semanas, pero mi padre consiguió dilatar el rodaje de forma increíble, hasta cerca de seis meses, cuando llegaron los americanos a Roma. Al final fingían que rodaban, las cámaras no tenían película», dijo su hijo.
Vittorio De Sica, un monstruo.
#2:
Lo malo es que hay muchas historias como estas. Lo muevo porque me parece lo mínimo para intentar que no haya más.
Y lamento que en España se corra el peligro de ser procesado por buscar justicia para estos temas.
Y lamento que en España se corra el peligro de ser procesado por buscar justicia para estos temas.
Comentarios
Copio y pego un comentario del blog que me parece casi tan interesante como la propia entrada:
Iñigo Domínguez dijo
Por supuesto que hubo gente que ayudó a los judíos, Gelato. Por ejemplo, el mismo Vittorio de Sica. Es una historia muy curiosa que se supo hace ocho años. Disculpen que me desparrame también por este espacio para contarla, copiando de un artículo que escribí entonces.
Su hijo, Christian De Sica, reveló que se las ingenió para salvar a 300 judíos contratándolos como extras para una de sus primeras películas, 'La puerta del cielo', que cuenta el milagro de Loreto. «Los encerró prácticamente en la iglesia donde fueron rodadas muchas escenas. Se escondieron en San Paolo, fuera de las murallas, que en el filme se hacía pasar como la basílica de Loreto, y entretanto se rodó la película». Estaba protagonizada por Maria Mercader, que luego sería su mujer.
De Sica se embarcó en la película de rebote, tras recibir a medianoche una llamada de un emisario de Goebbels, que quería confiarle la construcción de Cinelandia, un complejo cinematográfico en Venecia. De Sica no sabía cómo salir del paso y le respondió de la única forma que seguramente le libraba del 'muerto' sin caer en desgracia: «Tengo un compromiso con el Vaticano». «Era mentira -contó su hijo-, pero la 'mamma' había firmado con el Centro Católico Cinematográfico para hacer 'La puerta del cielo', así que papá le pidió que le propusiera como director y le salió bien la jugada».
De todas formas, a De Sica tampoco le resultó fácil que le aceptaran en el Vaticano. Decían que era casi ateo, revolucionario y comunista. «Casi es la palabra justa», respondió él, y al final consiguió también colar a Cesare Zavattini como guionista. De Sica comenzó a contratar para la película a decenas de familias judías bajo nombres falsos y aunque en principio el número de extras estaba cifrado en 40 se fue hinchando hasta los 300. «La película debía durar unas pocas semanas, pero mi padre consiguió dilatar el rodaje de forma increíble, hasta cerca de seis meses, cuando llegaron los americanos a Roma. Al final fingían que rodaban, las cámaras no tenían película», dijo su hijo.
Vittorio De Sica, un monstruo.
#7 Siempre hay luces que brillan en medio de las tinieblas. Desde luego se la jugó De Sica, porque podía haber acabado igual.
Es una lástima que se lviden y se arrinconen estas historias, que por dolorosas y tristes deberían ser recordadas a diario. Lo que cuenta de la madre que vió a su hijo en el vagón de tren es para echarse a llorar. Y que haya basura que aún tiene la misma ideología que aquellos que provocaron tantas muertes.
Lo malo es que hay muchas historias como estas. Lo muevo porque me parece lo mínimo para intentar que no haya más.
Y lamento que en España se corra el peligro de ser procesado por buscar justicia para estos temas.
Impresionante.
Y bromeando un poco, para que luego digan que el tabaco mata.
#1 normalmente uno se va a por tabaco y no vuelve. En este caso, los demás le abandonaron mientras iba a por tabaco.
Algunos dicen que la historia hay que recordarla y proponen estatuas de Franco, Hitler y Mussolini como partes de la historia. Yo creo que la historia hay que recordarla, sí, pero la historia de estos héroes que lucharon contra enemigos poderosos y vencieron pese a todas las adversidades. Ellos son lso que se merecen estatuas, y no esos asquerosos dictadores de pacotilla.
Me parece bien recordar estas historias y tenerlas en mente, sobre todo en estos tiempos.
Tiempos de crisis en los que el fascismo y el racismo parece que siempre tienen cabida.
Es curioso, pero son ideas muy sencillas para mentes débiles que necesitan echar la culpa a alguien y aparece esta gentuza que tienen las puertas bien abiertas y las difunden, y en cuanto te quieres dar cuenta tenemos otra vez estas atrocidades que parece increible que hayan pasado alguna vez.
Asi que ojo avizor porque esto solo es el principio de lo que nos espera.
Deseo equivocarme...
En portada con 35 meneos, diossss, de record... A mí que me expliquen cómo, porque me parece asombroso...
#5 La mafia de Menéame...
#6 Hombre, esa es la canción de amor del Padrino, la que tocan cuando está en Sicilia con Apollonia... si no la hubieran matado Michael sería una persona completamente diferente...
Cuando vuelve a Nueva York con aires de venganza es cuando suena...
Esa sí que mete miedo...
35 meneos y en portada? lol
No me puedo ni imaginar el dolor ....
#aquarius_great_fail "el ser humano es extraordinario".
Hoy He llorado.
El pequeño le dijo con sangre fría, como un adulto: «A signo’, e vada a casa, no? Vada a casa, che ci ha l’altri bambini da cresce» (Eh, señora, váyase a casa, que hay otros niños que tiene que sacar adelante)
Ración diaria de sionismo que justifique el genocidio palestino.
#11 ración diaria de memoria histórica. Vivimos en un momento histórico en el que se vuelven a oír las mismas estupideces que hace 60 años, salvo que en vez de judios, ahora son los inmigrantes en general la cabeza de turco: los inmigrantes nos roban, nos matan, nos quitan el dinero, colapsan el sistema, la culpa de todo es de ellos, que se están organizando, que nos quieren transformar a su semejanza, etc.
Y teniendo tan, pero tan cerquita las animaladas que se cometieron en Europa hace nada, parece mentira que seamos tan memos. En serio.
#11 churras merinas
#11 Al contrario... mira te explico.. el que hayan sido perseguidos no justifica que ellos persigan ahora... Es más, el recordar lo que pasó, hace que veamos las similitudes con lo que ellos hacen ahora con los palestinos.. tiene los mismos tintes...
No existe justificación, hay que conocer la historia porque desgraciadamente ahora estamos en un momento delicado en que la semilla del odio puede volver a germinar..