En 1998 y 2001, James Thomson, el primer científico en aislar células madre humanas, consiguió dos patentes en EE.UU. que afectan a las mismas células y al método usado para aislarlas. Esas patentes se aplican en todas las investigaciones sobre células madre de embriones, debiendo de adquirir una licencia cualquier científico que quiera investigar sobre el tema. Ahora se pone en evidencia el problema de haber otorgado una patente tan amplia, que afecta negativamente al desarrollo de investigaciones en ese campo. En inglés.