Publicado hace 10 años por Feindesland a defragmentos.blogspot.com.es

Todo empezó en unas notas fotocopiadas que vi en la comandancia de la Guara Civil en 1999. Decían así:

Comentarios

g_gavilan

#1 #2 de regalar nada, que la cobraban lol

pkreuzt

#5 No no, aquí te decían que la regalaban para que te viciaras, y después era cuando te la empezaban a cobrar lol

D

#1 #2 Yo aún sigo buscandolo cry

CarlSagan

El artículo contiene un error: dice que "una droga" (así en general, como si todas fueran iguales) no puede ser absorvida, cuando en el caso del LSD sí es así, de hecho es lo que le pasó a Albert Hoffmann cuando lo descubrió (bueno, más correcto decir que descubrió sus efectos psicotrópicos).

En cuanto al bulo (no sé por qué habiendo en español una palabra tan corta se haya popularizado la expresión "leyenda urbana"), pues como todos basado en muchas cosas erróneas. Por ejemplo, el LSD no es una droga adictiva, así que "regalar LSD a los niños para formar nuevos adictos" solo podría ocurrírsele a un Rajoy cualquiera. El creador del bulo o era un cachondo o definitivamente idiota.

CarlSagan

En #6 me refiero a absorvida por la piel, que ya no puedo editar.

ddaa

#6 Lo que absorbió Hofmann por la piel fue LSD puro. No funcionaría con un secante.
Una de las refutaciones más añejas del meme

LEYENDAS SIN DESPERDICIO -
http://perso.wanadoo.es/jcuso/autor/leyendas-sin-desperdicio.htm

Wayfarer

Joer, la mítica 'Estrella azul' impregnada de LSD... Yo guardo unas cuantas en el altillo, junto al vídeo de Ricky Martin y el perro de la mermelada.

El_Tio_Istvan

#3 A mi me las regalaba un señor que tenía una furgoneta que usaba para 'un no sé qué' de robar órganos.

L

Calcomanía, CALCOMANÍA!!! Calcamonía es como decir cocretas!

D

El LSD suele ser líquido y para ser consumido se empapa en papel: cromos, sellos, calcomanías, y en todo papel un poco acartonado mejor. Pero no con intención de regalarlo a los niños sino para chuparlo y meterselo en el organismo. Otra leyenda urbana dice que los gitanos espolvoreaban con restos de heroína el hachís malo que venden para enganchar igualmente a los consumidores y que les volvieran a comprar.