Tras el uso de comisionistas de origen sirio e iraní entre otros, además de la ya famosa 'princesa' Corina zu Sayn-Wittgenstein, y la celebración de la consecución del contrato unos meses después con una sonrojante cacería de elefantes en Botswana, los líderes del consorcio se enfrentan ahora en Londres a la acusación de haber financiado a la milicia terrorista Hizbulá. Abdulaziz ben Mishal y su padre, Mishal ben Abdulaziz Al Saud son los propietarios de la compañía Al Shoula, que da nombre al consorcio del conocido como 'AVE a la Meca'.
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Ahora se entiende la adjudicacion a unos de los consorcios mas corruptos del planeta .