Hace 14 años | Por --85940-- a intereconomia.com
Publicado hace 14 años por --85940-- a intereconomia.com

Dos mil dosis de la píldora abortiva Ru486 han llegado a Italia después de años de polémica, debates y un fuerte rechazo por parte del Vaticano y las asociaciones antiabortistas del país, que aplazaron su distribución durante años. La AIFA adoptó esta decisión después de evaluar su introducción durante casi dos años, un hecho que desencadenó condenas como la de la Academia pontificia para la vida o los sectores más conservadores del país.Hasta hoy sólo algunos hospitales italianos han utilizado el fármaco importándolo desde Francia.

Comentarios

alecto

¿En Italia es legal el aborto en alguna circunstancia? Porque entiendo que si es así esta píldora se dispensará sólo para facilitar los abortos que hasta ahora se hacían por legrado cuando se podían hacer de manera menos agresiva. Quiero decir que no veo por ninguna parte que la aprobación de la pastilla suponga que se la puede tomar cualquiera... No entiendo la polémica ni la diferencia con otros sistemas.

editado:
esto me pasa por leer en diagonal, ya lo explican en la nota:

no se comercializara la píldora, al considerar que presentaba incompatbilidades con la ley del aborto, que prevé que la interrupción del embarazo se desarrolle sólo en centros hospitalarios y antes de los 90 días de gestación.

erbauer

Creo que el término píldora abortiva no es correcto, debería ser algo como píldora asesina-niños.

Klaproth

La iglesia se opondrá a todo lo que signifique avance en algo. Ya sea métodos anticonceptivos o vacunas.

Copio y pego de
http://www.elcomerciodigital.com/gijon/20090120/opinioncartas/iglesia-contra-progreso-20090120.html

"Nada nuevo bajo el sol. En el siglo XIX, la Iglesia condenó las vacunas como algo maligno, y muchos sabemos que la Iglesia, desde los mismos tiempos de sus inicios, se erigió como el principal enemigo de la ciencia y de los derechos humanos. No hace falta remontarse a los tiempos de la matemática Hipatia, ni a los de Galileo, Copérnico, Newton o Darwin, para llegar a la certeza de que el dogmatismo religioso ha puesto freno siempre al conocimiento, y ha alentado la ignorancia como base sobre la que sustentar su mensaje y su poder dictatorial. Los descubrimientos de Darwin sobre el origen de las especies desmintieron definitivamente, y con pruebas científicas, la explicación sobrenatural del cristianismo sobre el origen del hombre y de la vida. Darwin lo demostró empíricamente. Y no hay marcha atrás, por más que la estupidez pretenda desmentir lo que la ciencia demuestra como irrefutable. A modo de ejemplo, el papa Pío IX condenó la modernidad y cualquier avance científico, y afirmó que «quien recurra a la vacuna dejará de ser hijo de Dios. La viruela y otros males son el juicio de Dios, y las vacunas son un desafío lanzado al cielo». La voz de la Iglesia condenaba así a morir a millones de personas, pero ante el veto católico las gentes se rebelaron, y las vacunas se impusieron como algo natural. Hoy, la voz de la Iglesia pretende frenar los avances genéticos, que salvarán de la muerte a millones de personas en el futuro, y mejorarán la calidad de vida del género humano. Es evidente que ninguna misericordia ni amor al prójimo se pueden percibir en tales retrógrados posicionamientos. De haber seguido el mundo los dictados de la Iglesia, la humanidad continuaría, en pleno siglo XXI, postrada en la era medieval, y sometida a organizaciones totalitarias que, lejos de pretender el bien del prójimo, parecen buscar únicamente la salvaguarda de sus propios intereses de dominio y poder, intereses que nada tienen que ver con el avance democrático de las sociedades, con el respeto a los derechos humanos, y con ese supuesto «amor al prójimo» que verbalmente (sólo verbalmente) tanto preconizan los prebostes de la Iglesia Católica."