En 1961, el poeta francés Raymond Queneau escribió un libro de 10 páginas. Cada página contiene 14 versos y las páginas están cortadas para que cada uno de los versos sea independiente. La imagen superior aclarará lo que digo, seguro. Cada tira de una página contiene un verso y se puede “pasar” como si fuera una hoja. Esto convierte a tan curioso libro en una máquina de hacer poemas cuyas posibles combinaciones alcanzan los cien mil millones de poemas.
Parece aquella obra de su colega Georges Pérec, La desaparición Todo el libro buscando qué demonios había desaparecido y en realidad era la letra "e". No había ni una (aquí guiño gafapasta)
Comentarios
A mí me encantaron sus ejercicios de estilo. 98 variaciones divertidísimas y estilosísimas de una historia trivial. Puro Oulipo, pura delicia.
#0 Edita, falta una "e" en el apellido
Parece aquella obra de su colega Georges Pérec, La desaparición Todo el libro buscando qué demonios había desaparecido y en realidad era la letra "e". No había ni una (aquí guiño gafapasta)