Una imagen vale más que mil palabras. Por ello lo que se pudo ver ayer fue el reflejo de la necesidad de la ciudad de San Fernando (Cádiz) por encontrar nuevos yacimientos de empleo. Una fila de cientos de jóvenes con su currículum en mano y toda una tarde de entrevistas, hasta más de 500 y todo por un puesto de trabajo de camarero en un local de café y copas.
Eso mismo lo viví yo para trabajar en un Maxipán en mi ciudad, Barcelona capital, hace más de 6 años y en plena burbuja. Se me quedó grabada, más que nada, la heterogeneidad de las candidatas: mujeres de todas las edades, aspectos y condiciones para optar a un puesto de dependienta en una franquicia de panaderías más que mediocres (y estoy siendo amable), currando fines de semana alternos por unos 700 €.
Señores, la mierda que estamos viviendo hoy ha existido siempre y a tenor de cómo se gestionan las cosas en este país va a existir hasta el fin de los tiempos.
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Eso mismo lo viví yo para trabajar en un Maxipán en mi ciudad, Barcelona capital, hace más de 6 años y en plena burbuja. Se me quedó grabada, más que nada, la heterogeneidad de las candidatas: mujeres de todas las edades, aspectos y condiciones para optar a un puesto de dependienta en una franquicia de panaderías más que mediocres (y estoy siendo amable), currando fines de semana alternos por unos 700 €.
Señores, la mierda que estamos viviendo hoy ha existido siempre y a tenor de cómo se gestionan las cosas en este país va a existir hasta el fin de los tiempos.
¡Vamos que el local se está dando a conocer por la jeta!
Señores....vayan bajandose los pantalones. A la entrevista solo se puede entrar así.