Más de 7.000 pacientes de una clínica dental de Tulsa (Oklahoma) podrían haber sido contagiados con el VIH, hepatitis B y hepatitis C, según informaron las autoridades sanitarias estadounidenses. La clínica había sido investigada por las autoridades que detectaron numerosas violaciones del código deontológico, como por ejemplo al permitir supuestamente que varios ayudantes practicaran operaciones sin contar con el título.