Lejos de cualquier prejuicio o estigma cultural y religioso, la masturbación podría ayudar a superar disfunciones sexuales, a rescatar la vida sexual de las parejas de un eventual naufragio y hasta a prevenir cáncer de próstata, según advirtieron los sexólogos. "El criterio general en medicina dice que la función hace al órgano y que si no se utilizan tienden a perder su función; y los órganos sexuales no son la excepción".
La masturbación masculina tiene mala fama, al contrario que la femenina. Como aquí sólo sabemos pasar de un extremo a otro, antes todo era pecado y una guarrada, pero los hombres, bueno, tenían otras necesidades... Ahora, una mujer que se masturba es una mujer liberada, independiente, que disfruta del sexo y no pide permiso para gozar, que conoce su cuerpo y no tiene inhibiciones. Un hombre que se masturba, oigh, es un fracasado sexual, un asocial, un salido, un enfermo, un perdedor patético, un forever alone, un asqueroso que cosifica a mujeres, y hasta un violador en potencia.
Y no. Masturbarse a lo largo de la toda la vida es, además de placentero, saludable. Relaja muchísimo, descarga tensiones, ayuda a dormir mejor, a ser más optimista y tener más confianza en uno mismo. Nuestra cultura nos ha enseñado a avergonzarnos de nosotros mismos, a esconder nuestro cuerpo y nuestro autogozo, porque el placer sexual sólo era válido si sucedía dentro del matrimonio o con una pareja. Hacerlo a solas, era de perdedores, de gente sucia que no era capaz de controlar sus instintos animales, o que eran incapaces de buscarse una relación auténtica y tenía que apañarse a solas, qué triste... Y aunque sea cierto que el sexo es un ejercicio privado (salvando ciertas filias muy divertidas, pero escasamente legales), el placer solitario no es en absoluto censurable, ni nada asqueroso. Un hombre que se acaricia hasta alcanzar su placer, es tremendamente erótico, sobre todo si se abandona a ese mismo placer y lo hace recreándose y gimiendo (hombres del mundo: gemir, no os afemina. Por favor, regaladnos los oídos con los sonidos de vuestro gozo, ¡lo adoramos, nos excita!).
Nunca, jamás, os sintáis culpables por daros placer. Lo que hacéis, os beneficia, no sólo da gustito, sino que es bueno para vosotros y vuestra salud, tanto física como psíquica. No es un placer egoísta, ni estáis engañando a vuestra pareja por hacerlo, ni ningún dios se siente ofendido por ello, así que meted la mano bajo el calzoncillo, y empezad a haceros cosquillitas
Comentarios
La masturbación masculina tiene mala fama, al contrario que la femenina. Como aquí sólo sabemos pasar de un extremo a otro, antes todo era pecado y una guarrada, pero los hombres, bueno, tenían otras necesidades... Ahora, una mujer que se masturba es una mujer liberada, independiente, que disfruta del sexo y no pide permiso para gozar, que conoce su cuerpo y no tiene inhibiciones. Un hombre que se masturba, oigh, es un fracasado sexual, un asocial, un salido, un enfermo, un perdedor patético, un forever alone, un asqueroso que cosifica a mujeres, y hasta un violador en potencia.
Y no. Masturbarse a lo largo de la toda la vida es, además de placentero, saludable. Relaja muchísimo, descarga tensiones, ayuda a dormir mejor, a ser más optimista y tener más confianza en uno mismo. Nuestra cultura nos ha enseñado a avergonzarnos de nosotros mismos, a esconder nuestro cuerpo y nuestro autogozo, porque el placer sexual sólo era válido si sucedía dentro del matrimonio o con una pareja. Hacerlo a solas, era de perdedores, de gente sucia que no era capaz de controlar sus instintos animales, o que eran incapaces de buscarse una relación auténtica y tenía que apañarse a solas, qué triste... Y aunque sea cierto que el sexo es un ejercicio privado (salvando ciertas filias muy divertidas, pero escasamente legales), el placer solitario no es en absoluto censurable, ni nada asqueroso. Un hombre que se acaricia hasta alcanzar su placer, es tremendamente erótico, sobre todo si se abandona a ese mismo placer y lo hace recreándose y gimiendo (hombres del mundo: gemir, no os afemina. Por favor, regaladnos los oídos con los sonidos de vuestro gozo, ¡lo adoramos, nos excita!).
Nunca, jamás, os sintáis culpables por daros placer. Lo que hacéis, os beneficia, no sólo da gustito, sino que es bueno para vosotros y vuestra salud, tanto física como psíquica. No es un placer egoísta, ni estáis engañando a vuestra pareja por hacerlo, ni ningún dios se siente ofendido por ello, así que meted la mano bajo el calzoncillo, y empezad a haceros cosquillitas
Hay que ir descargado. Se toman mejores decisiones.
Fap, fap, fap...
#1
Yo creo que la masturbación no solo es sana, sino necesaria.
Por cierto, es una noticia de sexo. Venga, a decir gilipolleces todo el rato (ya se me han adelantado #1 y #2).