Las imágenes de los dramáticos hechos ocurridos el pasado 11 de marzo en Japón han sacudido a millones de personas. Cuando eventos como éste ocurren, aparece en el ser humano la tendencia a buscarles una causa sobrenatural. El psicólogo Jesse Bering explica en un artículo reciente que la capacidad de interpretar que agentes sobrenaturales están detrás de fenómenos aleatorios requiere de una habilidad cognitiva avanzada, y en realidad responde a la necesidad de encontrarle sentido a lo que no lo tiene, como fórmula de supervivencia.
Comentarios
La verdad que me arrepiento un poco por haber enviado la noticia. Me parece que quieren hacer creer que las cosas sólo tienen sentido apoyadas en Dios o que ese "sentido" es necesario.
Todo esto tiene un sentido claro: los terremotos ocurren. Estar en una isla con actividad geológica de ese tipo es algo que tiene sus riesgos y los riesgos pueden tener consecuencias.
Si a esto le añadimos la temeridad total de llenarlo todo con una energía inherentemente peligrosa, es aumentar mucho las probabilidades de catástrofe.
No aceptar este tipo de cosas es tener una visión cándida del mundo. No hay más que ver el optimismo patológico durante todo el desastre, en el que las cosas "es imposible que vayan a peor". Lo único que conseguimos así es nunca ser conscientes de los peligros reales y no estar preparados cuando ocurren.
Creo que esa teoría se puede aplicar a lo que intentamos hacer los ciudadanos del mundo "desarrollado" ante el nuevo orden mindial. Todo es disperso, no se tiene un enemigo claro contra el que luchar, crece la desigualdad, la vida no deja de ponerse más y más cuesta arriba, y el sentimiento general es de frustración e impotencia.
Los frentes son tantos, y a veces tan sutiles, que es difícil tener una visión clara de lo que está pasando con nuestras vidas.
No todo es racionalizable y controlable. Eso es lo que nos cuesta aceptar.
Al revés. Lo que viene a decir es que ante cualquier cosa que se nos escape, sacamos a dios para explicarlo de una u otra forma.