Lleva más de 30 tejiendo en Valencia jerseys de lana para niños huérfanos sin recursos de países del Tercer Mundo. Herminia Acosta perdió la vista a causa de un desprendimiento de retina en 1968. Se levanta a las cinco de la madrugada y costea el material que emplea con su pensión. Para la elección de los colores de la lana y la confección de las prendas la anciana cuenta con la ayuda de su familia, que le supervisa el trabajo. El último envío que hizo fue de 15 suéters hace un mes a Ghana, en Africa.
Comentarios
#1 Yo no diría pobre mujer. Tiene 96 años, está activa y realiza una actividad que seguramente le resulta satisfactoria, ayudar a los demás y encima la ayudan sus familiares, vive con una de sus hijas con lo que no está sola. Pobre por qué se quedo ciega, eso es muy triste, y sobre todo por que se le hayan muerto dos de sus hijos (pocas cosas pueden ser peores que que se te muera n hijo; o al menos eso creo) pero por lo demás no me parece que sea una historia triste, sino más bien una historia con esperanza a diferencia de tantas que vemos acerca de nuestros ancianos
Para que luego haya quien diga que los viejos no sirven para nada.
dios mío... pobre mujer
Si seguro que son mejor que los de Zara...
Diferencias :
Zara = Niños Para: Vosotros
Abuela Para: Huerfanos...
Reflexionemos..