Después de años de intentarlo sin fortuna, Sara Connell ha logrado el sueño de tener a su propio hijo gracias a su madre, quien ofreció gestar al bebé después de que los médicos comunicaran que no a su hija que no podía concebir. Sara lo intentó hasta llegar a someterse a un tratamiento de fertilidad en 2004 a raíz del cual dio a luz dos gemelos que nacieron muertos. Un tiempo después sufrió un aborto. Hoy, Sara ha podido sostener al bebé, llamado Finnean, en sus brazos.
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