Los nacionalistas no tienen ninguna intención de dar un disgusto al Gobierno de Zapatero a estas alturas de la legislatura. Se encuentran cómodos con un Ejecutivo nacional débil y en decadencia, y ya llegarán los Presupuestos Generales del Estado para sacar nueva tajada. Ayer el Grupo Popular llevó al Pleno una Proposición no de ley de reprobación del vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves. Uno detrás de otro, los grupos nacionalistas optaron por atacar al PP acusándoles de electoralistas. Y Chaves salió indemne.
Comentarios
En primer lugar, en España no existe la reprobación; en otros sí, en ellos una votación del Parlamento puede destituir directamente a un ministro, por ejemplo, pero en España el gobierno "responde solidariamente en su gestión política ante el Congreso de los Diputados", donde "solidariamente" significa que responde en bloque, no individualmente (artículo 108 de la Constitución). No tenemos reprobación, en su lugar tenemos moción de censura, ese mecanismo para reprobar al gobierno que el PP no tiene coraje para presentar.
Tiendo a pensar que sería bueno que existiera, pero el caso es que no existe.
En esta legislatura el PP se ha inventado la reprobación de juguete, que no significa nada ni compromete a nadie a hacer nada... y luego después no le ha gustado nada que otros se apunten y utilizen su juguete para reprobar al Papa, por ejemplo. Pero ese es otro tema.
El caso es que con la entusiasta colaboración de ciertos medios han levantado un bonito tinglado para equiparar a Camps con alguien del gobierno, y le ha tocado a Chaves. Un tinglado en el que falta un "pequeño detalle": que a Camps no es la prensa ni el PSOE quien le ha puesto en el banquillo con sus compinches. Ha sido la policía y los tribunales.
Y cuando los demás partidos no se apuntan al jueguecito, pues nos tocan artículos que destilan bilis, como éste ¿Cómo se atreven todos los demas partidos a dejar solo al PP? Porque no han sido solo los nacionalistas, han sido todos... Pero como no se puede acusar ni a UPyD ni a IU de que vayan a obtener nada del gobierno, pues ABC los ignora, y punto. No dejes que la realidad te estropee la noticia.
#2 Hay que ver lo bueno que es esto de Internet. O sea, que el PP se ha inventado la "reprobación de juguete" Pues para ser un invento, tiene una larga vida:
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1999/04/20/001.html
Por cierto, citando de otro periódico:
"En la anterior Legislatura (2000-2004), con mayoría absoluta de PP, se presentaron en el Congreso 16 reprobaciones contra ministros, incluida una contra el presidente Aznar, presentada el 1 de julio de 2003 por el Grupo Mixto, por la actuación política desarrollada durante los últimos años, que fue rechazada.
También hubo otra reprobación a la actuación de Gobierno en relación con el "Prestige", presentada el 11 de septiembre de 2003 por el PSOE, que no fue admitida a trámite en términos absolutos.
Por esta misma causa se presentaron otras tres reprobaciones, dos de ellas a varios ministros y otra al titular de Fomento.
En esta legislatura los ministros más reprobados fueron los de Fomento, Álvarez Cascos, en cuatro ocasiones, y Agricultura, Pesca y Alimentación, Arias Cañete, también cuatro veces, dos de ellas por la crisis de las "vacas locas".
A la ministra de Educación Cultura y Deportes, Pilar del Castillo, le presentaron dos reprobaciones y una a los ministros de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, y de Medio Ambiente, Jaume Matas.
En la VI Legislatura (1996-2000) se presentaron siete mociones de reprobación a ministros del Gobierno de José María Aznar, incluida una que también afectaba al propio presidente, junto a los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores, referida a la toma de decisión de la participación de España en la guerra de Yugoslavia."
Exista o no exista, esta claro que a los nacionalistas mientras chupen les de igual quien gobierne.
Yo te chupo la polla a ti y tú me la chupas a mí. Mientras estos hijos de puta se la chupan nosotros nos jodemos vivos.
El que la hace que la pague, pero no pueden llevarse inocentes al paredón.