Hace 15 años | Por --127375-- a edition.cnn.com
Publicado hace 15 años por --127375-- a edition.cnn.com

A principios de los 90, una pareja filipina entró en Japón ilegalmente con pasaportes falsos. Una vez establecidos, se casaron y tuvieron una hija. Pero en 2006, la madre fue detenida por los servicios de inmigración. Durante tres años, los padres han luchado en los juzgados contras las férreas leyes de inmigración japonesas. Finalmente, el Tribunal Supremo decretó que los padres debían abandonar el país. Se estima que alrededor de 500 familias se encuentran en la misma situación.

Comentarios

D

Los activistas acusan a Japón de violar los derechos humanos y no respetar la Convención de Naciones Unidas por los Derechos de los Niños.
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La niña permanecerá bajo la tutela de una tía, cuyo visado es renovado anualmente.
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Según las leyes japonesas, los padres no podrán volver a Japón en un mínimo de 5 años, aunque han solicitado un permiso especial para poder visitar a su hija pasado un año, si bien este aún no ha sido concedido.

Wilder

Que mierda de leyes migratorias. Para mi deberian de darle aunque sea la residencia permanente a los padres que tuvieran un hijo con tal nacionalidad.