Los más de 100 kilómetros que separan el pueblo andino de San Vicente de la ciudad costera de Trujillo, no fueron una barrera para el amor del niño peruano Rusbel Jiménez, de 13 años, por su madre, ya que recorrió esa distancia en su bicicleta para buscar a su añorada progenitora. Rusbel llegó a Trujillo y se dio cuenta de que no sabía dónde trabajaba su madre. La policía le ayudó a encontrarla. Tras el emotivo reencuentro, la madre le prometió a su hijo regresar con él al pueblo, aunque eso significara perder su puesto de trabajo.
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