Hace 14 años | Por Negret a elpais.com
Publicado hace 14 años por Negret a elpais.com

En Rosarno (Italia), con la fuerza bruta, y en Vic (España), negándoles el empadronamiento y por tanto la identidad civil (educación, salud y cobertura de las necesidades básicas), Europa se libra de los extranjeros no deseados.

Comentarios

D

También es xenofobia, clasismo y cortedad de miras. Correcto.

Cetrus

El problema es que con una clase política tan absolutamente desprestigiada, no hay ninguna fuerza real que pueda impedir esta deriva. ¿Cuánto falta para que algún caudillito estilo Berlusconi aparezca en España?

M

Cuando convives con una banda de proxenetas peruanos, otra de delincuentes argelinos y otra de camellos subsaharianos el discurso de cualquier Berlusconi suena mejor que el discurso oficial perroflautico de los increíbles beneficios de la multiculturalidad.

La inmigración (y ahora hablo de los que han venido a trabajar honradamente) tiene dos grandes problemas:

1. No hay trabajo para todos.
2. La manga ancha de la Justicia garantista de nuestro país permite a un montón de multinacionales del crimen operar en España casi con total impunidad, con lo que los españoles de los barrios de la periferia cada día más identifican inmigración con delincuencia. Quizás no son ni un 5%. Pero un 5% de 5 millones son 250.000 delincuentes que no tenemos por qué soportar.

Cuanto antes dejemos el buenismo superestupendo y nos pongamos a trabajar con la situación real que tenemos, menos drásticas serán las medidas a tomar. Negar el empadronamiento a alguien que no tiene papeles es LO NORMAL en un país normal. Es intentar hacer las cosas ordenadamente con unas leyes que regulen algo tan importante como quién vive en nuestro país. Si permitimos que venga quien sea (mafiosos incluidos), nos estamos buscando un problema para el futuro.

nightology_vuelve

#4 no se puede decir mejor

rocamorena

http://agitaciondesdelaperiferia.blogspot.com/2009/12/los-cobardes-matones-de-la-clase.html

Estas muestras de violencia sonora tan gratuitas contra los que simplemente consideramos diferentes, contra el que no se viste como nosotros, no come lo mismo, no habla con nuestro acento, tiene distinto color de piel o credo religioso, no representa a personas con valores culturales, representa el inicio de una actitud discriminatoria, xenófoba y racista azuzada por la ignorancia. Y este es un fenómeno que nos preocupa cada vez más.