Aunque la mayoría de los cantos son sinceros, en ciertos casos no es así. Algunos machos pequeños dan un tono más grave a su voz para parecer más grandes. Sus corpulentos cantos intimidan a ranas que les vencerían en un combate limpio. Las ranas verdes son sólo una de las numerosas especies engañosas. La deshonestidad se ha documentado en criaturas que van desde los pájaros a los crustáceos y los primates, incluyendo, por supuesto, al Homo sapiens.
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Solo falta que se presenten a las elecciones.