El oceanógrafo Robert Ballard tenía que localizar los submarinos nucleares estadounidenses Thresher y Scorpion, hundidos en el Atlántico en los años sesenta. Lo más importante era encontrar el Scorpion, los militares temían que algún otro país (Unión Soviética) pudiera hacerse con él. "Esto era altamente secreto", relata Ballard. "Y entonces dije: 'Bueno, vamos a decirle al mundo que voy a por el Titanic'".
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Pero realmente lo que no sabe es que lo de los submarinos era una operación encubierta para buscar naves extraterrestres.
Misión secreta de la que RT tiene todos los detalles.