Resulta que en la Europa de la Edad Media se practicaban las ordalías, o sea, una prueba ritual para averiguar la culpabilidad o inocencia de una persona. La prueba más habitual consistía en sostener con las manos un hierro candente o ponerlas en una hoguera. Si el acusado no resultaba dañado, es que era inocente y no debía recibir castigo. Las acusaciones tenían que ver con pecados o quebrantamientos de las normas y no sólo eran enjuiciados de esta manera los seres humanos sino también las cosas (libros, obras de arte, etc.).
Comentarios
#3 Pues ni lo sabía, oye. Será cosa del noscript que no la escucho. Pero gracias por el dato.
¡Atención, página con música! (es que no lo aguanto, lo siento #0, el artículo es interesante).
?:( Entonces todos eran culpables...
Bueno, eso es como lo que vemos en las películas. Tribus y pueblos con pruebas religiosas en las que hay que pasar andando por encima de las brasas para demostrar su inocencia o culpabilidad...muy listos los "fiscales"...
Hay gente que disfruta oyéndose hablar, a éste le sucede cuando escribe. Vaya ladrillete.
#2, precisamente, de eso se trataba.