Algunos de los lectores de Gizmodo son padres y conocen perfectamente el poder destructivo que sus hijos tienen sobre sus posesiones, directamente proporcional al precio y al cariño que se le tenga a los objetos. Para ellos ya es demasiado tarde, pero para los que todavía no tengáis que luchar con vuestra estirpe os presentamos la página “Sh*t My Kids Ruined” (mierda, mis hijos arruinaron…) que esperamos os ayude a olvidaros de la idea de crear descendencia.
shitmykidsruined.tumblr.com/