Lo primero que aprendemos de la pérdida de privacidad: Una persona que se lesionó en un supermercado por resbalar en una zona mojada perdió el juicio contra el establecimiento porque analizando su historial de compra registrado a través del programa de fidelidad ("la tarjeta de los puntos"), compraba bebidas alcohólicas habitualmente. Lo declararon borracho y el juez concluyó que el resbalón había sido su culpa por haber estado potencialmente borracho. El charco en el que resbaló parece ser que no tuvo nada que ver.
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