[c&p] El parque fluvial del río Besòs está recuperando, poco a poco, la flora y la fauna que le son características. Pero ni los naturalistas más optimistas hubieran sospechado nunca que sus hierbas y sus aguas sirvieran para alimentar actualmente unas 50 ovejas, seis cabras y una decena de terneros. Este rebaño tan heterogéneo pasta cada día en el parque, entre fábricas, edificios y grafitis. Su pastor es Antonio Simón, que tras su jubilación ha decidido retomar la profesión de su infancia.
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Meneada con gusto porque me ha hecho sonreir