Imagina esta situación: horas después del sorteo de Navidad, tus compañeros están abriendo el champán, dando saltos de alegría y atendiendo a los reporteros de televisión, que han acudido al lugar a entrevistar a los afortunados con el Gordo, mientras tú en una esquina, estás dándote de cabezazos contra la pared por no haber comprado una sola participación del número de la empresa. Pues ese, que es un temor frecuente en estas fechas, es también uno de los factores que mejor explican los motivos por los cuales nos seguimos gastando elevadas...
Comentarios
Pensemos a la inversa: hay una probabilidad matemática mucho mayor de que suceda lo contrario: que todos los primos de la empresa se hayan dejado la pasta inutilmente en timos de la estampita, excepto uno, el escéptico-desilusionado del rincón.
Cuando se ponen pesados con ese argumento de "si toca vas a ser el único que no lo cobre", les digo: vuestra mayor probabilidad es a lo sumo un premio de reintegro, y ese a mí me toca siempre...
Y no hay ningún problema de falta de integración ni de rechazo a los lazos sociales, es fidelidad a mis principios racionalistas
No es tu dinero y nunca lo ha sido.
El articulo describe perfectamente porque la gente compra - me incluyo - loteria en navidad, mayormente. Por suerte no gastó mucho, y compro los números compartidos y por lo menos no tiro tanto dinero a la basura jeje
Yo también me incluyo, de todas formas es la única vez al año que juego y bastante, no sé, supongo que para mi esta de navidad es diferente.
De todas formas para que toque hay jugar, y este año si toca...
Os habéis fijado en la publicidad de encima de la noticia, estamos rodeados.