Hace 13 años | Por ikerbera a eljueves.es
Publicado hace 13 años por ikerbera a eljueves.es

En agosto de 2010, la familia Borñasque-García, de Madrid, se encontró ante la disyuntiva de pagar una guardería para perros (por cuyo precio, todo sea dicho, su mascota debía de aspirar a tener esclavas abanicándole 24 horas al día) o ahorrarse ese dinero y sumarlo al presupuesto de un mes de vacaciones. El suplemento de jacuzzi en el hotel en Alicante pudo más que el cariño a su mascota, y en mitad del viaje, Fluffy, el simpático terrier, bajó a hacer pis en el arcén y no regresó al coche nunca más.

Comentarios

guldexit

"Alma de tirano,
corazón de hierro
Maldita sea la mano,
que mata a un perro"

ronko

Hay una canción de Ska-p apropiada para esto: Insensibilidad

D

Es lo que más de un amo se merece por el trato que les dan a sus mascotas, lo malo que ellos no pueden hacer nada si no aguantar.