Los padres de un niño han pasado un suplicio después de que los médicos del Hospital Clínico de Valencia le diagnosticaran una enfermedad muy grave que finalmente no padecía. El hospital comunicó a la familia que el pequeño -que tenía 7 meses- sufría una malformación craneal que requería una intervención de 12 horas porque si no acabaría con retraso mental, convulsiones y ceguera.Los padres acudieron a 3 hospitales a pedir una segunda opinión. A pesar de los tres diagnósticos contrarios, el Clínico mantuvo la operación.
Comentarios
Este es un tema muy jodido, la verdad, y me recuerda al calvario que pasamos estas navidades:
A cuatro días de noche buena, ingresan a mi tia en el hospital por pleuritis (inflamación de la pleura, que puede originarse por diversas causas, entre ellas neumonía). Le extraen un líquido que les hace sospechar, y diagnostican cáncer, pero con células procedentes de otro lugar (es decir, posible metástasis). Le siguen haciendo pruebas, pero todo esto sin decírselo a mi tía, pero sí a mi tio y a mis primos (que son mayores), y confirman metástasis con pronóstico muy grave, recomendando empezar la quimioterapia en plenas navidades.
Mi tía es francesa, y esperaba la visita de su hermana y su madre, desde Francia, para pasar las navidades aquí...ella sigue sin saber su pronóstico grave, y tampoco su familia francesa: los de aquí lo sabemos todos; mi tío (típico marido que nunca colabora con las tareas domésticas, y que no es capaz de mostrar sus sentimientos) se pasa los días previos a la llegada de los franceses limpiando la casa de arriba a abajo y llorando a escondidas cada vez que le llamamos para animarle. De repente llaman a mi casa desde Francia, preguntándonos por qué mi prima cada vez que habla con ellos se pone a llorar: se lo tenemos que contar, y acabamos llorando por teléfono, mientras mi tía sigue en su ignorancia de su muerte inminente (se le pronósticaban 2-3 meses de vida como máximo), sospechando por la intranquilidad que tenemos todos los demás.
Pasa noche buena y noche vieja sin quimioterapia, porque mis primos y mi tío convencen al médico de que espere a que se vayan los franceses; un mes después, cuando ya informan a mi tía de su enfermedad, y a dos días de pedir cita en la peluquería para raparse y ponerse peluca antes de que se le caiga el pelo, le vuelven a hacer pruebas y de repente no hay líquido alguno (cosa imposible en el cáncer).
No se sabe dónde estuvo el error, pero mi tía no tiene cáncer, y mucho menos metástasis
Se me ponen los pelos de punta con sólo recordarlo, pero al menos mi tía está sana...
Menudo calvario han tenido que pasar estos padres y tambien ese bebé, con todas esas pruebas y de hospital en hospital... Lo único que consuela es que por lo menos el niño está bien y no tiene ninguna enfermedad... Pero el sufrimiento que han pasado en estos meses no se compensa con nada, bueno solamente viendo a su hijo bien.
Quienes hemos tenido la mala suerte de pasar por un mal diagnostico sabemos lo que es y más si por ello te puede costar la vida.
Me explico: a mi hijo con diez años le visitaron tres médicos en 24 horas por vómitos y dolor de estomago, primer diagnostico gastroenteritis por la mañana, vuelta a urgencias por la tarde y me dicen infección en la sangre y que no me preocupe. A la mañana siguiente a su pediatra y también gastroenteritis pero como tenia fiebre no me quede tranquila y lo lleve al hospital comarcal al mediodía, resultado una apendicitis reventada, operación de urgencia y 27 días ingresado en el hospital ya que la infección la tenia extendida por el estomago.
Lo malo es que luego esto te hace dudar siempre de los médicos sea lo que sea, y ante la mínima duda ya voy directamente a urgencias del hospital.