En Charlie y la fábrica de chocolate, la deliciosa (y nunca mejor dicho) novela de Roald Dahl, su protagonista, Willy Wonka, posee una fábrica donde los dulces y golosos sueños de los niños se hacen realidad. la sección más importante de toda la fábrica es la Sala de Invenciones, donde se encuentran las nuevas y más secretas invenciones de Willy Wonka. Entre ellas, los caramelos eternos, cuyo sabor nunca desaparece y jamás se reduce su tamaño, por mucho que se chupen y se chupen.
Comentarios
Si claro, un caramelo de mármol.
#1 Aún se gastará, la respuesta está en el grafeno.
Ya vendrá quien haga la broma con el caramelo eterno y su pene erecto
#2 ¿quieres decir que la entradilla no es una continua referencia velada a penes en erección?
#3los caramelos eternos, cuyo sabor nunca desaparece y jamás se reduce su tamaño, por mucho que se chupen y se chupen.
Parece el argumento de una peli de nacho vidal...