Estos castigos aparecen descritos en el apartado "sanciones duras" del Protocolo de Disciplina de una ONG, cuyo presidente y fundador, acusado por varios ex trabajadores de la organización de maltratar a los niños, no desmiente esos actos. "Nunca se ha pegado con la vara, como hacen los etíopes. Alguna vez se ha puesto a un niño a hacer flexiones, o se le colocado de rodillas, pero no es habitual. Esos castigos mantienen la disciplina...
Hay castigos y castigos, ni darle con el cinto ni que el chaval haga lo que quiera, lo de cara a la pared y tiron de orejas ahce MUCHA falta ene ste pais. Si tenemos en cuenta que es en Africa y como se als gastan por la zona, los castigos me parece leves. Con eso quiero decir, que se libran de una buena, no que debieran castigarles mas duramente.
Yo tengo 21 años y he podido ver el cambio directamente en mis clases, recuerdo cuando era bastante más crío, teníamos un profesor, Don Ernesto, por los siglos de los siglos siempre se le conoció así, incluso si le veías por la calle, si te saludaba, si te invitaba a algo, siempre era Don Ernesto.
Era un armario y soltó algún que otro collejón, pero vamos, soltó pocos porque nadie se atrevía
También tuvimos un cura, el Hermano Méndez, al hombre le faltaba medio dedo índice y todas las heridas del cuerpo las quería curar con reflex, como si te picaba el ojo, el te echaba reflex, pero el hombre con medio dedo te cogía del pelo y aprendías a rezar en arameo.
Luego a medida que crecimos la cosa fue cambiando pero os aseguro, que el respeto a Don Ernesto nunca se le perdió ningún alumno, así tenían que seguir las cosas.
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Hay castigos y castigos, ni darle con el cinto ni que el chaval haga lo que quiera, lo de cara a la pared y tiron de orejas ahce MUCHA falta ene ste pais. Si tenemos en cuenta que es en Africa y como se als gastan por la zona, los castigos me parece leves. Con eso quiero decir, que se libran de una buena, no que debieran castigarles mas duramente.
Yo tengo 21 años y he podido ver el cambio directamente en mis clases, recuerdo cuando era bastante más crío, teníamos un profesor, Don Ernesto, por los siglos de los siglos siempre se le conoció así, incluso si le veías por la calle, si te saludaba, si te invitaba a algo, siempre era Don Ernesto.
Era un armario y soltó algún que otro collejón, pero vamos, soltó pocos porque nadie se atrevía
También tuvimos un cura, el Hermano Méndez, al hombre le faltaba medio dedo índice y todas las heridas del cuerpo las quería curar con reflex, como si te picaba el ojo, el te echaba reflex, pero el hombre con medio dedo te cogía del pelo y aprendías a rezar en arameo.
Luego a medida que crecimos la cosa fue cambiando pero os aseguro, que el respeto a Don Ernesto nunca se le perdió ningún alumno, así tenían que seguir las cosas.
Tenemos que promover que pongan como método innovador en España que los críos se pongan cara a la pared, como cuando con Franco... Oh wait!
Una cosa está clara, así no vamos a acabar bien.