Todas las personas conocen ejemplos de hábitos alimenticios aparentemente irracionales. A los chinos les gusta la carne de perro, pero desdeñan la leche de vaca; a nosotros nos gusta la leche de vaca, pero nos negamos a comer la carne de perro; algunas tribus de Brasil se deleitan con las hormigas pero menosprecian la carne de venado. Y así sucesivamente en todo el mundo. El enigma del cerdo me parece una buena continuación del de la madre vaca. Nos obliga a tener que explicar por qué algunos pueblos aborrecen el mismo animal al que otros aman
Comentarios
Yo no se si soy porcofilo o porcofobo, porque el jamón ( y el resto) está de puta madre, pero pa jamarselo hay que matar al bicho...
Estoy confuso, ya no sé ni lo que soy....
Edito: Por cierto, que es muy bien articulo, todo eso ya lo conocía aproximadamente, pero la divulgación en este sentido me parece muy buena cosa
#2 Yo no se si soy porcofilo o porcofobo, porque el jamón ( y el resto) está de puta madre, pero pa jamarselo hay que matar al bicho...
Porcofilo sin duda. Suponiendo que lamentas matarlo porque te resulta simpático, claro.
#0 Los chinos son intolerantes a la lactosa.
#7 Efectivamente, no es infundado… de hecho, la capacidad de asimilar la lactosa es más bien una neotenia excepcional que la regla humana
la cochinofilia! por supuesto
Yo soy porcófilo
Porcojones?Desde la expulsión de musulmanes y judios, en el siglo XIV, se estableció la costumbre de comer cerdo habitualmente con motivo de demostrar que no se pertenecía a ninguno de los dos colectivos... Y ha calado