En una serie de experimentos, los científicos crearon partículas esféricas de silicio de unos 10 nanómetros de diámetro. Cuando se combinan con agua, estas partículas reaccionan para formar ácido silícico (un subproducto que no es tóxico) e hidrógeno – una fuente potencial de energía para celdas de combustible. Traducción en
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