Moncloa tendrá la última palabra. Los ministerios de Industria y Cultura llevan tres meses discutiendo cuánto pagaremos por los dispositivos que permiten copiar obras culturales; el primero defiende los intereses de la industria tecnológica que fabrica esos dispositivos, y el segundo, los de los autores cuyas obras son copiadas.
Comentarios
¿Y quién coño defiende los intereses de todos?
Sin usuarios, la tortilla no queda completa. Es como mezclar los ingredientes pero no pasarlos por la sartén.
Y eso es una mierda de tortilla.
En medio debería estar la Asociación de Internautas
#1 El problema es que da igual cómo quede la tortilla, porque al final quieren obligarnos a comérnosla.
– Wayfarer