Al abrir la ventana, para dejar pasar la luz, escuchar el canto de los pájaros y llenar de aire fresco la habitación lo que experimentará cualquier vecino del PAU será un verdadero puñetazo en las narices, un penetrante y desagradable olor que inunda la calle y la alcoba. Miles de vecinos sufren cada semana fuertes olores procedentes de las diversas plantas de Valdemingómez. La planta de compostaje, la inceneradora y, ocasionalmente, la quema de vertidos ilegales ensombrecen las virtudes del "ecológico" barrio del Ensanche de Vallecas.
Comentarios
No se trata de "vivir al lado de un vertedero", sino de que llevan años diciendo que esa planta se está modernizando para que no huela. Es una verguenza que una planta como esta tengan tal impacto medioambiental en zona urbana, y que además se siga insistiendo en llevar toda esta actividad a una sóla zona. Si se quiere construir un barrio "ecológico" como se vendió desde el Ayuntamiento es necesario unos mínimos que no están cumpliendo.
#1 Si, debe ser eso... Por eso los olores llegan a Rivas y a Vallecas, que pertenece a la capital, por especular al lado de un vertedero. Llevan pidiendo el cierre de Valdemingómez desde antes de que se urbanizase el PAU. Yo no me fui a vivir al lado de un vertedero. A mi me prometieron que cerrarían el vertedero antes de que yo me fuese a vivir allí, y no lo han cumplido.
joder, se fueron a vivir al lado de un vertedero, ¿qué esperaban?
eso pasa por especular al lado de un vertedero.