Un pueblo británico podría ser obligada a dejar de tocar las campanas de su iglesia, luego de dos siglos de hacerlo en forma ininterrumpida, porque un habitante se quejó por "ruidos molestos".
A ver si toman ejemplo en este país. Que no todo el mundo está "encantado" con las campanitas tocando a todas horas. (el tema romántico será para los que viven a Km de un campanario).
Como atea, y a favor de que la Iglesia se la coman sus fieles, en privado. Me parece una noticia cojonuda.
Anécdota real:
Mis padres fueron torneros en un convento de clausura de las carmelitas descalzas en Girona. En una ocasión -allá por 1965- vino un cura desde Madrid para dar ejercicios espirituales a las monjas. El viaje en tren lo dejó agotado. Por la mañana, a las 6, le despertaron las campanas que las monjas hacían sonar coincidiendo con las maitines . El cura, destrozado por el viaje, le preguntó a mi madre si realmente tocaban las campanas cada día a las 6, y si los vecinos, en una zona humilde de Girona, no se habían quejado nunca. Mi madre le asintió que así era todos los días. El cura dijo literalmente: " No me extraña que en la guerra civil les quemaran los conventos..." Por lo visto, el cura debió comentar algo a las monjas, porqué ese fue el último día que sonaron las campanas a las 6 de la mañana.
Joder, dios mio, que fuerte, yo soy Sevillano y no podeis imaginaros lo que es esto en semana santa, si pasase algo así aqui....dios, casi lloraría de alegría.
Comentarios
A ver si toman ejemplo en este país. Que no todo el mundo está "encantado" con las campanitas tocando a todas horas. (el tema romántico será para los que viven a Km de un campanario).
Como atea, y a favor de que la Iglesia se la coman sus fieles, en privado. Me parece una noticia cojonuda.
Anécdota real:
Mis padres fueron torneros en un convento de clausura de las carmelitas descalzas en Girona. En una ocasión -allá por 1965- vino un cura desde Madrid para dar ejercicios espirituales a las monjas. El viaje en tren lo dejó agotado. Por la mañana, a las 6, le despertaron las campanas que las monjas hacían sonar coincidiendo con las maitines . El cura, destrozado por el viaje, le preguntó a mi madre si realmente tocaban las campanas cada día a las 6, y si los vecinos, en una zona humilde de Girona, no se habían quejado nunca. Mi madre le asintió que así era todos los días. El cura dijo literalmente: " No me extraña que en la guerra civil les quemaran los conventos..." Por lo visto, el cura debió comentar algo a las monjas, porqué ese fue el último día que sonaron las campanas a las 6 de la mañana.
Bueno, unas campanaditas, vale. Pero ¡ 200 años de campanadas ininterrumpidas ! Hombre, es que es pasarse.
Joder, dios mio, que fuerte, yo soy Sevillano y no podeis imaginaros lo que es esto en semana santa, si pasase algo así aqui....dios, casi lloraría de alegría.
Amén.