Yo paso los veranos entre Galicia y Asturias en sendas casas familiares y ahora mismo en Asturias se les ha ido la pinza con los precios en cualquier rincón, todos los restaurantes en la costa y ciudades están carísimos. Aún recuerdo la ración de fabada a 24€ que me quisieron clavar este verano. En Galicia aún es algo más fácil comer bien sin dejarse el sueldo.
#12 Se les ha ido mucho, antes era habitual que en sitios con turismo más de temporada tuviesen un precio los meses de verano y otro el resto del año. Ahora ha quedado todo el año el precio del verano. A ver los que cierran.
#1 En Asturias tienes que tener un buen estómago para comer todo lo que te ponen.
Recuerdo un dia en un pueblecito que la señora que nos atendió dijo que ella nos ponía lo que quisiera, trajo un pote que nos comimos como lobos, íbamos en bicicleta, pero no nos imaginábamos que nos iba a poner dos más.
Al final por poco no reventamos
¿27€ unos fritos de merluza? la ostia, si está la del pincho a 11.95€/kg ¿30 pavels un bacalao con papas panaderas?. Camioneros no sé, serán ganaderos porque pa pagar esos precios
Ditú que gracias a tanto madrileño ya no paso pal Oriente enxamás, menos ahora que hay puente
#10 no me seas idiota que hace 35 años que no piso uno. Fritos de pixín 18-21€, fale, que sal más caro el pexe. Pero coima de merluza, no mi joas, ye precio de madrilañu no de currela "que para a comer" ¿qué dietas tienen esas camioneros ho?
A mí me pilla relativamente cerca y soy cliente habitual.
Las llámparas a la sidra son las mejores del mundo,y manejan una carta de pescado que envidiaría algún estrellado.
Aparte,el trato es de 10.
Merece la pena.
Yo paso los veranos entre Galicia y Asturias en sendas casas familiares y ahora mismo en Asturias se les ha ido la pinza con los precios en cualquier rincón, todos los restaurantes en la costa y ciudades están carísimos. Aún recuerdo la ración de fabada a 24€ que me quisieron clavar este verano. En Galicia aún es algo más fácil comer bien sin dejarse el sueldo.
Recuerdo un dia en un pueblecito que la señora que nos atendió dijo que ella nos ponía lo que quisiera, trajo un pote que nos comimos como lobos, íbamos en bicicleta, pero no nos imaginábamos que nos iba a poner dos más.
Al final por poco no reventamos
Ditú que gracias a tanto madrileño ya no paso pal Oriente enxamás, menos ahora que hay puente
Las llámparas a la sidra son las mejores del mundo,y manejan una carta de pescado que envidiaría algún estrellado.
Aparte,el trato es de 10.
Merece la pena.