Si hubieran conducido borrachos, matado a una o varias personas por una imprudencia leve o defraudado 50.000 euros a la Unión Europea, el liberiano A.K. (no tiene papeles y pide no revelar su nombre completo), de 25 años, y el senegalés Oussenou Engnom, de 37, residente legal, casado con una española y con una hija que cumple mañana cuatro años, no habrían ido a la cárcel. Pero ellos, para sobrevivir, cometieron el 'gravísimo' delito del 'top manta'. Vender en la calle discos y películas pirateados.
Comentarios
Si señor, viva la proporcionalidad de las penas.
Ya lo contaban Bilo y Nano: http://www.tiraecol.net/modules/comic/comic.php?content_id=272
no son ladrones no son asesinos... por favor señores hay unas prioridades...a los politicos que se rien de nosotros nos estafan y nos roban, no les pasa ni media, hay que meter en la carcel al ultimo eslavon de una mafia que solo lo hace por supervivencia, porque no les queda otra alternativa...??? este sistema es muy sucio amigos..
Esto demuestra que es más fácil ganar dinero defraudando pasta, que con la piratería... una pena que estos chavales no tengan pasta que defraudar para la próxima '
Han elegido un mal negocio. Que hablen con un tal Millet a ver si les hace un curso acelerado..
Vaya mierda de justicia hipócrita
Sigue pasando lo que ha pasado desde tiempos ancestrales, los ricos salen impunes de cualquier cosa y los pobres pagan la primada de ser pobres con penas radicalmente injustas.