Hace 16 años | Por --470-- a cervantesvirtual.com
Publicado hace 16 años por --470-- a cervantesvirtual.com

...vivo en conversacion con los difuntos y escucho con mis ojos a los muertos." La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes ha inaugurado recientemente una sección dedicada a Francisco de Quevedo y Villegas, autor imprescindible de la literatura española; su personalidad y trayectoria literaria "fascinan al lector y proponen un reto a la inteligencia y la sensibilidad de nuestro tiempo, como lo hicieron en el suyo".

Comentarios

D

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.

Elias

Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.

Salime al campo: vi que el sol bebía
los arroyos del yelo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras robó su luz al día.

Entré en mi casa: vi que, amancillada,
de anciana habitación era despojos;
mi báculo, más corvo y menos fuerte,

vencida de la edad sentí mi espada,
y no vi cosa en que poner los ojos
que no fuera recuerdo de la muerte.

D

#0 La que has puesto es una de mis poesías favoritas. Su tono me llega mucho... Será que me gustan esos temas.